En su quinto intento, SpaceX, finalmente, ha conseguido aterrizar con éxito su cohete Falcon 9 en una base flotante. Este logro es un paso importante para la compañía, que busca construir un sistema de cohetes reutilizables para reducir significativamente el coste de futuras misiones espaciales.
El histórico aterrizaje del Falcon 9 fue captado desde la distancia por una tripulación a bordo de un avión de seguimiento, aunque algunas imágenes (abajo) se obtuvieron gracias a cámara instalada en el propio cohete.
Relacionado: Space X pospone el lanzamiento de su nuevo satélite y se podrá ver en vivo
El cohete clavó perfectamente el aterrizaje a pesar de los «fuertes vientos», según un tuit de SpaceX. Y es cierto que el agua se ve bastante revuelta cuando el Falcon 9 aterriza.
Onboard view of landing in high winds pic.twitter.com/FedRzjYYyQ
— SpaceX (@SpaceX) 9 de abril de 2016
Si miras detenidamente, podarás ver cómo los pies de apoyo se despliegan sólo unos segundos antes de una toma de contacto impecable. La compañía ya lo había intentando antes en una plataforma flotante a principios de este año, pero en esa ocasión el cohete de 70 metros se desmoronó y explotó.
«La velocidad de toma de contacto fue bien, pero el cierre de uno de los pies de apoyo no se acopló bien, y cayó después del aterrizaje,» señaló el CEO de SpaceX, Elon Musk, tuiteó en su momento. Esta vez, Musk bromeó sugiriendo que el aterrizaje fue más controlado que los intentos anteriores en bases flotantes.
Otro portavoz de SpaceX comparó una vez la hazaña de conseguir que un cohete vuelva a la Tierra con «lanzar un lápiz desde el edificio Empire State y hacer que aterrice en una caja de zapatos en el oro lado… y con fuertes ráfagas de viento».
El equipo de SpaceX ha logrado aterrizajes perfectos tanto en tierra como en mar, por lo que su principal objetivo ahora es asegurarse que sean perfectos en todo momento. ¿Crees que lo conseguirá?