Algunos pueden pensar que es la mejor idea del mundo, aunque otros creerán que es la peor, pero, seguro que es especial. Los Juegos Olímpicos tratan sobre todo de habilidades atléticas, pero sus ceremonias de apertura siempre han estado marcadas no sólo por el talento, sino también por el espectáculo. ¿Y qué podría ser más espectacular que una lluvia de meteoritos hecha por el hombre?
Una empresa llamada Star-ALE está a la espera de conseguir el derecho para crear una lluvia de meteoritos sobre la capital japonesa de Tokio, que servirá para culminar la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2020. Porque… ¿para qué utilizar fuegos artificiales cuando se puede crear una demostración de luz visible a 120 millas del país?
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Star-ALE ha llamado a esta hazaña ambiciosa “Sky Canvas”. El proyecto se basaría en confiar en un microsatélite que disparara hasta 1.000 bolas de varios gases y elementos hacia la Tierra desde el espacio exterior.
Al parecer, la compañía ha puesto a prueba este concepto en la Tierra, lanzando estas bolas al vacío y golpeándolas con un gas que se mueve a velocidades supersónicas, creando un ambiente artificial similar al de volver a entrar en la atmósfera terrestre.
Cuando estas bolas entran en contacto con los gases calentados, se queman y producen diferentes colores. En teoría, cuando estas bolas son lanzados desde el espacio exterior, se encenderían cuando estuvieran entre 35 a 50 millas por encima de nuestras cabezas, y serían visibles para cerca de 30 millones de personas en Tokio y en las áreas cercanas.
«Son artificiales, pero quiero hacer hermosos meteoritos que puedan impresionar a los espectadores,» ha subrayado Lena Okajima, CEO y fundador de ALE, a AFP.
Pero estos impresionantes meteoritos tienen también un coste. Cada meteoro (o bola) costaría unos $ 8,100 dólares, lo que significa que la creación de una lluvia de meteoritos durante un período de tiempo prolongado podría costar millones de dólares. Y no sólo eso. Además, hay que tener en consideración el coste del lanzamiento del microsatélite Pero bueno, para un evento que sólo ocurre una vez cada cuatro años, tal vez esta lluvia de meteoritos vale la pena al final de todo.