En una época en la que todo está hecho a medida y con las dimensiones específicas, es extraño que todavía no lo hayamos tenido en consideración cuando se trata de nuestros propios cuerpos.
Es decir, todavía intentamos encajar en unos pantalones vaqueros de la talla 2 (una medida de ajuste prácticamente inútil) o en plantillas que son pequeñas, medianas o grandes. E incluso se utilizan dispositivos en el campo de la medicina que no parecen tampoco ajustarse a nuestro cuerpo.
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En una época en la que todo está hecho a medida y con las dimensiones específicas, es extraño que todavía no lo hayamos tenido en consideración cuando se trata de nuestros propios cuerpos.
Es decir, todavía intentamos encajar en unos pantalones vaqueros de la talla 2 (una medida de ajuste prácticamente inútil) o en plantillas que son pequeñas, medianas o grandes. E incluso se utilizan dispositivos en el campo de la medicina que no parecen tampoco ajustarse a nuestro cuerpo.
Pero ahora todo eso está a punto de cambiar, o al menos un poco. Un escáner 3D, desarrollado por estudiantes y bautizado como Curatio, permite crear moldes de brazos totalmente personalizados y, con un poco de suerte y mucho trabajo, mucha cosas más.
Pieter Smakman explicó en Sparkisan que las»partes del cuerpo son todavía muy difíciles de analizar debido a su naturaleza».
Es decir, mientras los objetos estáticos son relativamente sencillos y simples, una parte del cuerpo humano tiene muchos matices, de manera que es mucho más difícil procesarla y comprenderla totalmente (al menos desde el punto de vista de un máquina).
Pero, para hacer frente a este problema, Smakman «desarrolló el primer escáner Hand 3D de bajo coste”.
Con un Raspberry Pi (un ordenador de placa reducida o única), varios punteros láser y un total de 32 cámaras, Smakman afirma que su escáner «es capaz de crear un modelo de superficie preciso para la mano», que a su vez «abre un nuevo mundo de posibilidades como, por ejemplo, crear instrumentos médicos personalizados y que se puede convertir en una herramienta para diseñar productos que interactúan con la mano”.
Aunque de momento este mundo nuevo de posibilidades todavía no es una realidad. El diseño de Smakman es un prototipo y no se ha puesto, ni mucho menos, a disposición del público en general.
Pero si alguna vez esta idea llega a buen puerto, seguro que tendrá un gran impacto en la manera en la que nuestras manos (y el resto de nuestro cuerpo) serán capaces de interactuar con el mundo.