El brote de coronavirus ha supuesto brutales pérdidas en todo el aparato productivo mundial, y no son pocos los que ya dan por hecha una recesión global. Desde la Universidad de Harvard, el profesor Jeffrey Frankel aseguró a BBC Mundo que la posibilidad «parece haber aumentado dramáticamente».
La industria tecnológica no solo ha tenido que cancelar ferias y presentaciones de productos, sino que también la producción de dispositivos, dado que muchas de sus fábricas se hallan en China, país donde se originó el mal y que contabilizaba al cierre de esta nota más de 200,000 contagios y sobre 9,300 fallecidos.
El epicentro de la crisis parece estar ahora en Europa, donde Volkswagen anunció que podría cerrar la mayoría de sus fábricas por un periodo de «dos o tres semanas», según informó la cadena televisiva estatal alemana Deutsche Welle.
«La producción se interrumpirá en nuestras fábricas de España, en la de Setúbal, en Portugal, la de Bratislava, en Eslovaquia y las plantas italianas de Lamborghini y Ducati antes de finales de esta semana», dijo este martes 17 de marzo el presidente del grupo, Herbert Diess.
Sin embargo, esas son solo algunas de las plantas afectadas. El directivo añadió que «la mayoría de las otras fábricas en Alemania y en Europa se preparan también para suspender la producción, probablemente durante dos o tres semanas».
La decisión coincidió con el anuncio de la canciller germana, Angela Merkel, sobre el completo cierre de las fronteras del país para ciudadanos de países que no pertenecen a la Unión Europea y el “cierre parcial de la vida pública”, que implica la clausura de restaurantes, cines o parques infantiles.
Al anuncio de Volkswagen se sumó más tarde Daimler, la matriz de Mercedes-Benz, Smart, Freightliner y Maybach. El fabricante alemán también decidió interrumpir «la mayor parte» de su producción en Europa durante al menos «dos semanas».
La interrupción arrancará “esta semana” y afectará “las plantas europeas de automóviles, furgonetas y vehículos utilitarios”, informó la empresa, sin precisar cuáles plantas cesarían el trabajo, informó Deutsche Welle.
Daimler reveló también que “revisará la parte de sus cadenas de aprovisionamiento mundiales ‘que actualmente no pueden ser totalmente mantenidas’», finalizó el mismo servicio de radiodifusión internacional.
Crece la lista
La emergencia ha obligado a otros fabricantes a plegarse a la medida. 24 horas más tarde de los primeros anuncios, BMW informó del cierre de sus plantas de Europa y Sudáfrica hasta el 19 de abril.
Considerando que representan cerca de la mitad de su capacidad de producción, la firma espera que la medida genere un impacto «significativo» en sus resultados de 2020, informó Deutsche Welle.
Citando al presidente de la firma, Oliver Zipse, indicó que BMW «prevé una ‘fuerte baja’ del beneficio en un año que preveía positivo antes de que brotara este virus».
Desde ya, el ejecutivo aseveró que «la demanda por automóviles bajará significativamente, al igual que como para otros muchos bienes».
«BMW anticipa una caída en todos sus mercados importantes», reconoció el director financiero del constructor alemán, Nicolas Peter, dada «la enorme incertidumbre» que genera el COVID-19.
Honda anunció este miércoles 18 de marzo la suspensión de todas sus actividades por un plazo de seis días en Norteamérica . En total, 12 plantas repartidas en Canadá, Estados Unidos y México dejarán de ensamblar unas 40,000 unidades.
La medida será efectiva entre los días 23 y 31 de marzo, y afectará a 27.600 empleados, quienes recibirán sus salarios como de costumbre. «Honda utilizará este tiempo para continuar la limpieza profunda de sus instalaciones de producción y áreas comunes para proteger aún más a sus trabajadores cuando regresen», señaló en un comunicado de prensa.
Lo mismo ocurrió en el transcurso del miércoles con los tres grandes de Detroit, según informó Reuters citando una fuente autónoma.
La primera en confirmar la noticia fue Ford, que clausurará sus plantas en Norteamérica después de los turnos de la noche del jueves y hasta el 30 de marzo.
En representación de unos 150,000 trabajadores, el United Auto Workers (UAW) había exigido el cese de las operaciones. Pese a la demanda sindical, los fabricantes habían considerado reducir la producción y limitar el número de trabajadores en las plantas para evitar la propagación del virus.
General Motors se ha puesto como tope el 30 de marzo, después de lo cual la decisión será «reevaluada semana a semana», según un comunicado.
La idea de la matriz de Chevrolet y GMC es limpiar las fábricas mientras están inactivas. Además de las preocupaciones por la salud de los empleados, la compañía citó las «condiciones del mercado» como una razón para la clausura, señaló Digital Trends.
Nissan cumplirá con un plan similar en sus fábricas norteamericanas entre el 20 de marzo y el 6 de abril, al igual que Toyota, aunque su cierre se limitará a 48 horas, hasta el 25 de marzo.
Hyundai solo ha cerrado su fábrica de Montgomery, Alabama, tras confirmarse un enfermo de COVID-19. Las instalaciones fueron desinfectadas siguiendo los lineamientos del Departamento de Salud Pública de Alabama y no hay fecha para reiniciar actividades. El resto de sus unidades productivas siguen en pie.
A partir del 23 de marzo, Rolls-Royce suspenderá por dos semanas las faenas en su fábrica de Goodwood, Inglaterra. «El cierre de fábricas es una respuesta no solo a la pandemia, sino también a una disminución anticipada en las ventas», explicó el mismo medio.
*Actualizado el 19 de marzo con el panorama para GM, Hyundai, Nissan, Toyota y Rolls-Royce