Uber está formando una nueva unidad de robótica que aparentemente apunta a incorporar tecnología autónoma en sus bicicletas y scooters de alquiler.
La compañía ya está desarrollando un automóvil sin conductor, pero la nueva unidad de Micromovilidad Robótica explorará formas para mejorar aspectos de su servicio para compartir bicicletas y scooters, según informó TechCrunch.
La revelación se produjo en una reunión de DIY Robocars en California, donde se conoció que la nueva unidad existirá como parte de Jump, la compañía de bicicletas y scooters que Uber adquirió en 2018. Jump es un servicio que, a través de una aplicación, permite alquilar este tipo de vehículos para realizar viajes a través de la ciudad, con cargos por minuto.
Mientras algunos requieren que el usuario lleve el vehículo hacia zonas de estacionamientos designadas, otros, como es el caso de Jump, no cuentan con un depósito, lo que significa que se pueden dejar prácticamente en cualquier punto de la ciudad.
Un elemento costoso en la operación radica en el esfuerzo para garantizar que bicicletas y scooters mantengan sus baterías completamente cargadas, y que se dejen en lugares donde los usuarios posteriores puedan acceder fácilmente.
Si bien Uber aún no ha confirmado los objetivos específicos de su unidad de micromovilidad robótica, varios informes sugieren que podría estar explorando la idea de construir bicicletas y scooters que viajen de forma autónoma hacia donde se encuentren los usuarios o se dirijan a depósitos para recargar sus baterías.
Si la idea de que numerosos bicicletas y scooters circulando sin conductores por la ciudad suena descabellada, también es posible que la compañía esté buscando formas de utilizar la tecnología autónoma para mejorar la seguridad de los usuarios de dos ruedas. Esto podría involucrar que sus vehículos estén equipados con sensores para evitar obstáculos y, de esta forma, reducir las posibilidades de sufrir algún accidente.
Recientemente estos servicios de movilidad se han puesto en el centro de atención luego de que varios usuarios resultaran heridos o muertos en accidentes con peatones o automóviles. Solo el pasado 18 de enero, una mujer que viajaba en un scooter eléctrico Lime fue hospitalizada con heridas graves después de chocar con un camión en la ciudad de Dunedin, Nueva Zelanda. Los detalles del accidente aún no están claros.
El creciente interés de Uber por llevar su negocio más allá del uso compartido de automóviles es parte de la estrategia de la compañía para construir lo que su CEO describe como una «plataforma de movilidad urbana».
Dara Khosrowshahi dijo en agosto de 2018 que los vehículos de dos ruedas son más adecuados que los autos grandes para viajes dentro de la ciudad, especialmente en horas punta, ya que resulta «muy ineficiente que una tonelada de metal traslade a una persona durante 10 cuadras».
Al plan de Uber se suman movimientos similares realizados por Lyft, la empresa rival de viajes compartidos, que incluyen una serie de importantes inversiones y el reciente lanzamiento de su propio servicio de arriendo de scooters a través de aplicaciones.