Porsche abrió su primer Experience Center de los Estados Unidos en Atlanta el pasado año, y la combinación de vehículos de carreras antiguos, de tecnología moderna y emociones al volante se unieron para ofrecer un día inolvidable a los fanáticos de Porsche. Y ahora, claro, ha llegado el turno de la Costa Oeste.
El Experience Center de Los Ángeles se inauguró esta misma semana, días antes del inicio del Salón del Automóvil de L.A., y Digital Trends anduvo por allí para echar un vistazo. El complejo de $60 millones de dólares es bastante impresionante, y entre su suite de simuladores de carreras y su pista de pruebas de 4.1 millas, posee casi cualquier cosa que un fanático de Porsche podría desear.
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Cuando entras en las instalaciones, lo primero que ves es un amplio vestíbulo repleto de lo más destacado de los 85 años de historia de Porsche: el legendario Gulf Oil 917K, una serie de modernos 911 y, a la derecha, un taller donde Porsche Motorsport de Norteamérica restaura y pone a punto autos de carrera y otros carros de clientes selectos. Lo cierto es que hay un montón de historia para ver en este complejo de 21 hectáreas, aunque lo cierto es que la mayor parte del público visita este “Centro de Experiencia” justamente para eso: para manejar.
Al igual que en Atlanta, tanto los propietarios de Porsche como los invitados pueden visitar las instalaciones para “refinar” sus habilidades de manejo, todo en un ambiente seguro y controlado. Hay un total de ocho módulos diseñados para trabajar aspectos específicos de la conducción, incluyendo dos cursos de manejo, una breve sección para fuera de carretera, un control de partida y aceleración inmediata, y una variedad de circuitos de baja tracción. Estas secciones están diseñadas para entrenar los reflejos de los conductores de Porsche.
Un punto destacado en particular es la placa hidráulica de movimiento, la cual empuja la parte trasera vehículo hacia fuera del ángulo de dirección, requiriendo así la mejor habilidad del conductor para recuperar el control del carro. Porsche dice que estos ejercicios son vitales para desarrollar buenos hábitos (y quitar los malos), y cuenta con un puñado de instructores profesionales que te ayudarán precisamente a conseguirlo.
Como te puedes imaginar, visitar el Experience Center de Porsche no sale precisamente barato. Una sesión de 1.5 horas al volante de un Boxster 718 te costará $385, aunque este precio sube a $950 si optas por subirte a un 911 Turbo o a un 911 GT3.
¿Vale la pena? La verdad es que hay pocas instalaciones en el mundo que ofrezcan este tipo de entrenamiento, de emoción e interés histórico en un solo lugar, por lo que si eres de los que tienen un Porsche metido en la cabeza, te garantizamos que lo disfrutarás como un niño.
Porsche también tiene estos “Centros de Experiencia” en Le Mans, Francia, en Leipzig, Alemania, y en el circuito de Silverstone, en Inglaterra. El próximo Experience Center ya se está construyendo en Shanghai, China.