Hay dos maneras de poner un exclusivo y personalizado Rolls-Royce en tu garaje: puedes pedirle a la división Bespoke de la compañía que lo fabrique para ti —como lo hizo el propietario del Sweptail de $ 13 millones—, o puedes trabajar con un grupo de talleres transformadores del mercado. El esquiador profesional Jon Olsson optó por esta segunda opción para personalizar su lujoso coupé Wraith.
Olsson es conocido por sus vehículos únicos, y su Wraith (que se llama ahora George the Rolls) no es precisamente una excepción. El carro ha recibido un trabajo de pintura de camuflaje blanco, gris y negro, lo cual te asegura que nunca lo perderás de vista en un estacionamiento, a menos que esté cubierto por varios pies de nieve. Sus llantas negras de aleación de 24 pulgadas que agregan un toque algo siniestro, y unas luces de antiniebla extra brillantes justo encima del parabrisas —una necesidad en Suecia— iluminan cualquier carretera en invierno.
El Wraith de Olsson está equipado con una parrilla porta equipaje en el techo, un complemento que es bastante fácil de instalar en un vehículo estándar. Sin embargo, y como seguramente te podrás imaginar, la buena gente de Rolls-Royce no diseñó el coupé pensando en ponerle una parrilla en el techo, precisamente. Pero Olsson quería un carro práctico, así que tenía que ser creativo. La parrilla se mantiene gracias al uso de uso imanes, lo cual puede sonar muy cool, sí, paro también —si lo piensas— bastante peligroso… Pero por lo visto, funciona bien, ya que permanece en su sitio después de un largo viaje desde Holanda a España.
La temporada de esquí está en las antípodas, motivo por el que el Wraith transporta una tabla de surf con un motor hecha totalmente de fibra de carbono. Cuatro bidones de combustible se atan con correas a la parrilla de techo para proporcionar combustible a la tabla de surf… o para el Wraith V12, si se queda sin gasolina.
Hablando de lo que está bajo el cofre, un tuneador holandés llamado Absolute Motors ha metido mano en el 12 cilindros de 6.6 litros para exprimirle hasta la última gota de potencia. Equipado con un par de turbocompresores, el poderoso V12 ahora genera 810 caballos de fuerza y 840 libras-pies de torque. En comparación, un Wraith de stock bombea “sólo” 624 caballos y 590 libras-pie. Respira a través de un sistema de escape personalizado, el cual hace que suene como un auto de carreras.
El Wraith se une a la exótica y extravagante colección de Olsson, la cual incluye un Audi RS 6 Avant de 1,000 caballos de fuerza y un Lamborghini Murcielago que tomó tres años para fabricar.