Con alrededor del 50 por ciento del mercado, los vehículos familiares son hoy los predilectos en los mercados de todo el mundo, fenómeno del que no se escapa Estados Unidos. Con cerca de 430,000 unidades, la RAV4 de Toyota fue la más vendida durante 2018 entre los crossovers y SUV.
El modelo que protagoniza este episodio de MotorTech sigue la misma senda durante la actual temporada. Al primer semestre, acumulaba 200,610 nuevos ejemplares en la calle, superando a rivales como Chevrolet Equinox (177,075), Honda CR-V (176,944) y Nissan Rogue (175,267).
¿Qué explica el éxito de una variedad de cinco plazas pensada en la familia en un país donde por más de 40 años ha reinado la F-Series de Ford y cuyos escoltas invariablemente han sido las también camionetas Ram y Chevrolet Silverado?
Uno de los elementos más atractivos de la compacta RAV4 es la equilibrada relación que ofrece entre precio, calidad y rendimiento. De sus cinco versiones gasolineras, la básica LE exhibe una etiqueta de $25,500 dólares y un consumo mixto de 30 mpg (12.8 kml).
La gama comparte un motor Dynamic Force de 2.5 litros repartidos en cuatro cilindros dispuestos en línea asociado a una transmisión automática de ocho velocidades. El bloque eroga una potencia máxima de 203 caballos de fuerza y un torque de 184 lb-pie (250 Nm) a partir de las 5,000 rpm.
La Toyota RAV4 que probamos en esta ocasión corresponde al nivel de acabado Adventure, que se ubica en el cuarto puesto de la alineación, solo por debajo de la tope de gama Limited. Con un valor sugerido desde $32,900 dólares, está disponible solo con tracción en las cuatro ruedas.
Algunos de sus elementos diferenciadores son el sistema de torsión vectorizada y el tomacorriente de 120 voltios/400 vatios instalado en la cajuela. Además, cuenta con el paquete Toyota Safety Sense 2.0, que incluye el sistema de precolisión con detector de peatones, luces altas automáticas y control automático de velocidad con radar dinámico, entre otras características.