La construcción de Aimgain usa unos guardabarros remachados en el cuerpo de la carrocería de un Miata, una gran toma de aire unida al parachoques delantero y un también enorme difusor trasero.
Examinar el ADN de este Miata revela genes compartidos con los modelos que protagonizan Fast and Furious. Se monta en llantas de aleación extra-anchas y envueltas por neumáticos a tono, todo metido en unos profundos guardabarros. Esto fue posible porque la suspensión ajustada con precisión del Miata ha sido tirada y reemplazada por una suspensión neumática completa, lo que permite al conductor ajustar la altura de conducción. Varía entre unas pocas décimas de pulgada sobre suelo, a una más alta y casi normal.
El montaje de una suspensión neumática de tal envergadura requiere de la instalación de una gran cantidad de hardware adicional, incluyendo componentes electrónicos y tanques para almacenar el aire. Las piezas adicionales están calzadas en el tronco del Miata, una solución que ha reducido en gran medida la capacidad de carga del roadster.
No sabemos si se ha metido mano en el compartimiento del motor. El Miata estándar utiliza un cuatro cilindros de 2.0 litros de aspiración natural, el cual genera 155 caballos de fuerza a 6,000 rpm y 148 libras-pie de torque a 4,600 rpm. Este poder hace girar las ruedas traseras a través de una transmisión manual de seis velocidades.
Seguro que piensas que 155 caballos de fuerza no parece gran cosa, menos en una época en la que se puede comprar un auto de músculo con 840 caballos bajo el cofre… pero lo cierto es que el Miata nunca fue concebido como un carro de fuerza bruta. Si no estás conforme, hay numerosas empresas de recambio que pueden hacer tu Miata más rápido, o incluso venderte las partes necesarias para hacerlo tú mismo. Los amigos de Flyin’ Miata pueden incluso meterle un V8 de 525 caballos de fuerza en el compartimiento del motor. Le añades luego el kit de Aimgain, y ya tu carro se verá tan malévolo como su sonido
