“Scrape” nació como una idea salvaje e improbable en la mente de Terry Cook, uno de los editores de Hot Rod Magazine. Lo cierto es que le hizo tantas modificaciones al Zephyr que la transformación tardó más de cuatro años en completarse.
Notablemente, creó y combinó diversos paneles de la carrocería de varios años de la producción del Zephyr, todo para crear el vehículo exacto que había soñado: uno que Lincoln jamás nunca fabricó. También cortó la parte superior, y hizo las defensas mucho más amplias para dar a su creación un aspecto único. El interior también fue completamente renovado.
Como puedes suponerlo, el nombre “Scrape” (raspar, rasguñar) alude a la escasa distancia desde suelo (o falta de ella) que posee el Zephyr. No obstante, se puede manejar sin ir dejando un largo (y costoso) rastro de pintura, ya que su suspensión de acero fue reemplazada por un sistema hidráulico totalmente ajustable.
Estamos seguros de que el motor V12 de 4.4 litros del Zephyr era francamente impresionante cuando Franklin Roosevelt estaba en la Casa Blanca, pero ya estaba anticuado y sin potencia en la década de 1990, cuando se concibió el “Scrape”. La bahía de motor del Zephyr es ahora el hogar de un V8 más moderno, aunque no se han dado a conocer las especificaciones técnicas actualizadas.
El “Scrape” ha cambiado de manos varias veces en las últimas dos décadas. El dueño actual le dio una apariencia algo más siniestra pintándolo de negro, tiñendo los faros, e instalando ruedas de acero con cubiertas metálicas. Creemos que se ve mucho mejor ahora que cuando vestía de color púrpura, pero claro: cada quien tiene sus gustos.
Si este clásico hot rod se parece a lo que siempre has soñado, pues estás de suerte. Eso sí, esperamos que tengas algunos billetes ahorrados, porque se espera que se subaste por entre $300,000 y $ 400,000, más o menos, el precio de un nuevo Lamborghini. Si eso es demasiado, la versión Hot Wheels es notablemente más asequible. Es por tener algo.
