El legendario fabricante de automóviles deja claro —con cada pieza que produce— que está siempre listo para competir. Se trata de un mensaje bastante obvio, aunque a veces se vea eclipsado por el propio prestigio de la marca. El legado de Ferrari convierte sus vehículos modernos en símbolos de estatus, a la vez que sus vehículos antiguos son guardados como tesoros —inmóviles— en museos.
Por lo tanto, tiene todo el sentido del mundo que una empresa que fabrica autos de carreras proporcione un lugar o situación para que sus clientes puedan competir en una verdadera carrera. Y bueno: exactamente de eso mismo es de lo que estamos hablando aquí.
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Desde 1993, el Ferrari Challenge ha sido ese lugar: una serie de equipos compiten con las versiones de competición de un Ferrari Road Car —actualmente el Ferrari 458 Challenge, una versión completa del 458 Italia.
Los equipos compiten en pistas históricas en todo el mundo, incluyendo Imola, en el norte de Italia; Laguna Seca, cerca de Monterey, California; y Road America, en Wisconsin. Y por primera vez en 25 años, la última carrera de la serie, el Finali Mondiali, se celebró en los Estados Unidos, en el Daytona International Speedway.
No se trata de un escenario cualquiera, ya que la historia de Ferrari con la pista de Florida se extiende a lo largo de décadas. No por nada, después de que Ferrari se tomara el podio en la 24 Horas de Daytona de 1967, el 365 GTB fue apodado «el Daytona» por los fans.
Cuando los equipos en competencia no están guerreando sobre las pistas, en Daytona se pueden escuchar los bramidos de los Fórmula 1 traídos por Ferrari para los miembros del Corse Clienti. Los aficionados han visto a estos bólidos volar bajo los mandos de Raikkonen, Alonso y Vettel. El programa Corse Clienti permite a los clientes de Ferrari comprar estos autos con —al menos— dos años de antigüedad, para conducirlos en circuitos internacionales y vivir así sus sueños de F1. Cada uno varía en el precio dependiendo de la edad, del conductor anterior, y del número de triunfos, pero estamos hablando de millones, eh, de cualquier manera ninguno de estos baja de las seis cifras.
Junto con los vehículos de la F1, en esta exhibición podemos ver otros carros de carreras clásicos de Ferrari, como los «XX”: el 599XX y FXX-K, las versiones sólo-para-pistas del 599 GTB y LaFerrari, respectivamente.
Cuando el Mondiali concluyó, los conductores y clientes fueron invitados a una gran tienda donde se llevó a cabo la ceremonia de entrega de trofeos para los pilotos, presentada por el legendario comentarista de automovilismo Bob Varsha. El campeón de Fórmula 1 y los actuales pilotos de Ferrari Sebastian Vettel y Kimi Raikonnen se unieron al director de la F1 Maurizio Arrivabene y al CEO de la FCA, Sergio Marchionne, para presentar el Ferrari 488 Challenge, el auto que reemplazará el 458 de la temporada siguiente. Poco después, la última producción del LaFerrari fue subastado por la friolera de $7 millones. Los fondos recaudados serán destinados a ayudar a las víctimas del terremoto de magnitud 6.0 que azotó el centro de Italia en agosto del año pasado.