Para celebrar los 70 años de Abarth, su división de alto desempeño, Fiat nos llevó al Autódromo Internacional Willow Springs en Rosamond, California, para poner a prueba la última versión de su diminuto pero audaz hatchback, con algunas instrucciones expertas de los monitores de la escuela de conducción de Skip Barber.
Con un motor turboalimentado de 1.4 litro, 160 caballos de fuerza y un chasis adaptado a los rigores de las pistas de carreras, el 500 Abarth está lejos de ser solo una cara bonita y la subsidiaria del grupo FCA está determinado a comprobarlo.
“Los Fiat son vehículos con diseño italiano divertidos de conducir. En Estados Unidos, aproximadamente el 40 por ciento de nuestras ventas son modelos Abarth. No hay muchas marcas que puedan decir que su filial de rendimiento pesa tanto en las ventas”, explicó Pieter Hogeveen, el director de la marca para América del Norte.
Desde su lanzamiento en 2007, la casa europea ha vendido más de un millón de unidades de su 500 en todo el mundo. Si bien, a la compañía le gusta destacar el estilo, la calidad y la comodidad como la razón central de su éxito, el factor más importante es que la versión 2019 base comienza en solo $16,245 dólares.
Si quieres rendimiento y durabilidad probados en la pista, puedes conseguir la versión Abarth por $21,995 dólares, valor que lo empareja con el Ford Fiesta ST (que es más grande y pesado) y lo pone por muy delante del Mini Cooper S, que cuesta $5,000 dólares adicionales.
Diseño y tecnología
Basta un vistazo superficial para aclarar el sentido competitivo del modelo. Las pastillas de freno rojas se esconden detrás de las llantas de aluminio estándar de 16 pulgadas, los amortiguadores Koni y sus espirales de desempeño brindan una postura baja. Un sistema de escape de doble salida y un alerón exclusivo refuerzan el panorama visual.
El interior es una historia similar: un prominente indicador de la presión del turbo, un volante de cuero con fondo plano y costura en contraste, además de cubiertas de pedal de aluminio, se suman a la fiesta. Los asientos deportivos con respaldo alto también están disponibles y ofrecen un beneficio tangible más allá de la estética.
Eso sí, la deslumbrante pintura brillante no puede hacer mucho ante la abundancia de plásticos baratos a bordo y el poco espacio interior. Su capacidad de carga de 269 litros con los asientos en su lugar y 759 litros cuando están reclinados lo pone muy en desventaja de sus competidores.
Aunque su sistema de infoentretenimiento Uconnect 5.0 funciona razonablemente bien, no es generoso en funciones. La navegación es opcional, y mientras las características básicas de conectividad como Bluetooth, USB y un puerto auxiliar son estándar, no ofrece la compatibilidad con Apple CarPlay ni Android Auto. La pantalla táctil de cinco pulgadas también peca de materias primas de baja calidad.
Fuera de esas objeciones y algunas curiosidades ergonómicas, la cabina del 500 Abarth es un espacio habitable para la conducción enérgica, incluso si tienes una estatura superior, aunque no esperes felicitaciones de los pasajeros del asiento trasero.
Experiencia conductiva
El 500 Abarth obtiene su brío de un motor de cuatro cilindros turbo de 1.4 litro que ofrece 160 caballos de fuerza y un par máximo de 183 lb/ft (248 Nm). Está ligado a una transmisión manual de cinco velocidades, aunque como opcional existe una automática de seis velocidades. Mini y Ford más poder, pero también son más grandes y pesados.
Aunque la caja automática cumple bien su propósito, cuando entras a una pista en un vehículo de potencia relativamente baja, la selección de engranajes es crucial. Y el mejor comportamiento solo lo ofrece una transmisión mecánica.
Si bien la potencia o la velocidad final no constituyen los puntos altos del Fiat, los sonidos, las sensaciones y las respuestas conforman un entretenido paquete. Con el 64 por ciento del peso situado en la parte delantera, los modelos Abarth tienen neumáticos de verano en las cuatro esquinas que le brindan un agarre admirable a pesar del deseo inherente de subvirar.
Y, tal como señalaron los instructores de Skip Barber, el Abarth está preparado para responder bien al frenado en pista. Al sumergirte en una curva mientras se carga el peso en la parte delantera, obtendrás lo mejor del automóvil, sobre todo si sabes cómo balancearlo con el extremo trasero.
Fiat ofrece una garantía básica de cuatro años y 50,000 millas (80,000 kilómetros), la misma para el tren motriz, y otra de 12 años con kilometraje ilimitado contra la corrosión. También incluye cuatro años de asistencia en carretera.
Palabras finales
«Entre sus prácticas corporativas, el grupo FCA tiene una batería de pruebas de confiabilidad que todos nuestros vehículos deben pasar. En el desarrollo de estos modelos, también nos basamos en el conocimiento acumulado durante 15 años, en los que hemos colocado las insignias SRT en los automóviles”, explicó Daniel Fry, ingeniero principal del 500 Abarth.
Por ejemplo, hacer eslalon en un sofocante día de verano en Texas es para asegurarse de la eficiencia de la refrigeración del motor turboalimentado, entre otras pruebas de resistencia para validar la durabilidad. «Hacemos este tipo de evaluaciones para certificar la calidad cada vez que colocamos una insignia de Abarth en un automóvil”, finalizó.
Después de horas y decenas de vueltas alrededor de Streets of Willow, la flota de 500 siguió dispuesta y capaz. Si bien el modelo no es exactamente una plataforma ideal para un auto de alto rendimiento, ni ofrece tiempos de vueltas increíbles, hay un inquebrantable encanto que compensa muchas de sus deficiencias. A menos de que estés compitiendo, el objetivo final de cualquier día en la pista es pasar un buen rato. Y en ese sentido, el Fiat 500 Abarth cumple.