La Fórmula E ha revelado algunas pistas sobre una serie de carreras para SUV eléctricas llamada Extreme E, que desde 2021 se disputará en paralelo a su actual competencia para monoplazas.
Durante el Festival de la Velocidad de Goodwood, la organización de la competencia reveló el vehículo que compartirán todas las escuderías, denominado Odyssey 21.
El carro no se parece a ninguna SUV que se encuentre actualmente en producción, sino que a los todoterrenos usados en carreras como Baja 1000 o el rally Dakar.
Construido por Spark Racing Technologies, la misma compañía que fabrica los bólidos de la Fórmula E, fue provisto de un paquete de baterías de Williams Advanced Engineering, proveedor de la misma serie.
Al igual como sucede con los autos de carrera de la Fórmula E, la idea de los organizadores ha sido estandarizar tantos componentes como fuera posible para mantener bajos los costos.
La SUV eléctrica cuenta con 550 caballos de fuerza, lo que le permite hacer de cero a 62 mph (100 kph) en 4.5 segundos. Eso es casi lo mismo que un Jaguar I-Pace y ciertas versiones del Tesla Model X.
Sin embargo, esos modelos homologados para la calle no pueden igualar el desempeño fuera de la ruta de la Odyssey 21, capaz de abordar desniveles de hasta 130 por ciento (53 grados). El carro cuenta con neumáticos Continental especialmente diseñados para terrenos extremos.
A la par de la Fórmula E, los equipos de la Extreme E no podrán cambiar el chasis ni el paquete de baterías, pero sí desarrollar sus propios motores. La serie también permitirá a las escuderías modificar algunas partes de la carrocería.
Varios fabricantes que actualmente compiten en la Fórmula E tienen SUV eléctricas en producción o, al menos, en desarrollo. Uno de ellos es Jaguar, que ya tiene una serie de carreras para su I-Pace en asociación con el mismo campeonato.
El nombre Extreme E no es una exageración. Se espera que la categoría celebre sus pruebas fuera de ruta en lugares tan exóticos como el Ártico o el Himalaya.
El declarado objetivo de la serie es «resaltar el impacto del cambio climático en algunos de los ecosistemas más frágiles del mundo». Sin embargo, llevar a esos lugares una grilla de vehículos, además de legiones de espectadores, comunicadores, personal técnico y de producción no parece de lo más amigable con el medio ambiente.
Como sea, Extreme E le abre a la Fórmula E la oportunidad de capitalizar el creciente interés por las SUV eléctricas y, en paralelo, mantener su estatus como la principal organizadora de carreras basadas en sistemas de propulsión no convencionales.