Lo que la gente de Moove Lab y Meso Digital Interiors han creado es un vehículo que se parece un poco a un carro reclinable, el cual está equipado con los componentes genuinos que se podrían encontrar en un vehículo autónomo de la vida real. El piloto humano lleva un auricular Oculus Rift, el que le muestra los datos recopilados por los sensores del vehículo, usando esta información para poder controlar él mismo. En esencia, se trata de un ejercicio de confianza, diseñado para brindar a los humanos la oportunidad única de experimentar lo que será el funcionamientos de los vehículos autónomos.
«El proyecto comenzó con la pregunta: ‘¿Cómo ven los vehículos autónomos el mundo?'» ha explicado Joey Lee, uno de los creadores que ayudó a concebir el proyecto. «Queríamos saber qué significa ver el mundo a través de sensores y datos, y cómo este tipo de sensores alimenta tecnologías como la Inteligencia Artificial. Dado que nuestro laboratorio trabaja principalmente haciendo proyectos que nos ayudan a responder a estas preguntas de una manera más tangible, pensamos en valernos de tecnologías como Realidad Virtual y la Inteligencia Artificial. para crear un punto de entrada más accesible en estos temas».
Lo que los usuarios ven mientras usan las gafas VR es la imagen captada por una cámara de profundidad 3D, la cual usa imágenes estereoscópicas para mapear el paisaje en tiempo real. Una cámara de video en la parte trasera del buggy también le permite al conductor ver hacia atrás, mientras que un sensor lidar calcula la proximidad de objetos cercanos. Todos estos datos se retroalimentan al conductor, para hacer que este los use en la toma de decisiones.
Es una experiencia totalmente diferente a la forma en que los conductores generalmente ven el mundo, y Lee dijo que las personas respondieron de diferentes maneras. Algunos se entusiasmaron con la experiencia de detectar el medio ambiente utilizando datos, mientras que a otros les pareció una experiencia demasiado intensa.
«Las respuestas interesantes fueron con aquellos que dijeron, en situaciones de riesgo, el peligro provenía de la programación del automóvil, y no de ellos”, dijo Lee. «Por otro lado, otros condujeron con mucho más cuidado cuando estaban equipados con los auriculares VR. En definitiva, que las respuestas fueron diversas, y muy interesantes».