Por medio de un video promocional, Dodge informó este 8 de julio que su primer modelo eléctrico será un muscle car que llegará al mercado en 2024. Además de un vistazo breve al nuevo vehículo cubierto por una lona y algunas tomas que evitan mostrar mayores detalles, el video grabado en la entrada de la mansión de la familia Dodge, en Detroit, se enfoca más en viejas glorias que en el futuro de Dodge, el cual muchos analistas consideran “en peligro de extinción”.
Dodge aclara que no venderá autos eléctricos sino muscle cars, lo que da a entender que cualquiera que sea la manera de generar energía mecánica que logre mayor potencia será la que ellos usen en dichos vehículos. Y quien no haya estado viviendo bajo una piedra durante la última década sabe que esa manera es hoy en día un tren motriz eléctrico.
Aquí vale la pena hacer un paréntesis para aclarar qué significa el término muscle car. En la década de los sesenta, Estados Unidos solo producía tres tipos de autos deportivos: los genuinos, cuyo único representante estadounidense era —y sigue siendo— el Chevrolet Corvette, los pony cars, que eran coupés y convertibles basados en las plataformas de los compactos de la época (una categoría creada y liderada por el Ford Mustang), y finalmente carros medianos ordinarios, por lo general de dos puertas —aunque a veces de cuatro— equipados con motores enormes y con demasiada potencia para sus capacidades dinámicas, cuyo representante más ilustre fue el Pontiac GTO. Estos últimos eran conocidos como muscle cars, ya que eran vistos como modelos regulares después de haber pasado una temporada en el gimnasio.
Durante los últimos 60 años, los conceptos que sustentaban esas categorías se difuminaron y desvirtuaron hasta el día de hoy, cuando el público usa la más sonora de ellas para referirse a cualquier auto con más potencia de lo normal como muscle car. Sin embargo, Dodge merece el crédito de haberse mantenido muy cerca al concepto original del muscle car, uno que por cierto le viene como anillo al dedo a las versiones más extremas de sus Challenger y Charger.
El video nunca llega a mostrar una vista clara del futuro muscle car eléctrico, pero muestra lo suficiente como para deducir que su estilo estará fuertemente influenciado por el del Challenger actual, que en sí mismo es una reinterpretación excelente de los Challenger de los setenta. El video también muestra al vehículo “quemando cauchos” con las cuatro ruedas, un claro indicio de que contará con tracción total, al menos como opción. Hay un momento en el que Tim Kuniskis, presidente de Dodge, levanta la lona para dejar de ver algo de su parachoques color rojo.
Para los amantes de la historia del automóvil, el video trajo una sorpresa, el regreso del emblema Fratzog de Dodge, que para quienes lo recuerdan es el triángulo estilizado formado por tres elementos que Dodge usó como identificación corporativa entre 1962 y 1976. Fratzog es una palabra de fantasía sin significado alguno creada únicamente para referirse al diseño de este emblema, así que no se molesten en buscar su significado en Google.
El anuncio coincidió con el evento de los días de Vehículos Eléctricos de Stellantis, en el que las marcas del nuevo gigante automotriz hablaron de sus futuros eléctricos. El evento tiene el sabor de un Survivor automotriz en el que solo las marcas más fuertes como Jeep, Ram, Peugeot y Alfa Romeo tienen el futuro asegurado. Dodge aún tiene mucho que probar y quizá sea por eso que puso énfasis en su pasado histórico y en sus portentosos muscle cars de hoy. Ojalá que les den luz verde, ya que será muy interesante ver este muscle car eléctrico con su emblema retro y todo lo demás que promete. ¿Quién dijo Fratzog?