Una restauración impresionante realizó Volkswagen de una combi muy extraña y que estaba pensada para terrenos hostiles, como la nieve y la montaña.
Hace 60 años el mecánico austriaco Kurt Kretzner compró una combi VW Type 2 T1 para convertirla en un auténtico monstruo todoterreno. Le hicieron falta cuatro largos años para diseñar y construir lo que se conocería como Half-track Fox o Zorro semioruga en español.
Esta combi tiene cuatro ejes, dos orugas y cuatro pares de ruedas de dirección. El vehículo tiene un radio de giro de 10 metros.
En sus folletos promocionales, Kretzner tildó al vehículo como «un ayudante perfecto para todos: guardabosques, cazadores, médicos, ingenieros de mantenimiento de funiculares, torre de radio y TV, etc».
Con un motor de 1,2 litros, el Zorro semioruga contaba con tan solo 33 caballos de potencia y tenía una velocidad punta de 35 km/h.
A la hora de restaurar la furgoneta la compañía no solo arregló los aspectos técnicos, sino también la pintó en el color original.