Las noticias parecen amar y recrearse en los desastres provocados por los vehículos autónomos; pero cuando los carros sin conductor consiguen alguna proeza, rara vez reciben atención mediática. Prueba de esto es que casi nadie ha oído hablar del AutoDrive Challenge, patrocinado por General Motors y la Society of Automotive Engineers.
Se trata de un programa de tres años que involucra a equipos de estudiantes de ingeniería mecánica de ocho universidades diferentes de los Estados Unidos. Cada año, los estudiantes tienen la misión de desarrollar tecnología para cumplir con un conjunto cada vez más sofisticado de objetivos de rendimiento autónomos, utilizando un Chevrolet Bolt 2017 (gentileza de GM) como plataforma de desarrollo. El objetivo final de la competencia es manejar con éxito un tramo de conducción urbana en nivel cuatro de autonomía.
Los equipos completaron recientemente el primer año de competencia. Viajaron a los campos de pruebas de GM en Yuma, Arizona, para ofrecer sus modelos de conducción autónoma y demostrar que su tecnología podía conducir el automóvil en una pista de pruebas cerrada, siendo especialmente competentes en detectar y evitar objetos, además del mapeo y la gestión de mantenimiento de carril.
Digital Trends recientemente se reunió con el equipo que obtuvo el tercer lugar, el Victor Tango AutoDrive de Virginia Tech, para saber cómo sus miembros abordaron el desafío y qué obstáculos tuvieron que superar para tener éxito. Aunque ocupó el tercer lugar en la mayoría de las fases de la competencia, Víctor Tango se destacó como el único equipo que completó con éxito el ejercicio de gestión de carril lateral.
CREACIÓN EN EQUIPO
Bhavjot Michera es estudiante de ingeniería mecánica en Virginia Tech y miembro del equipo Victor Tango, y con el pudimos conversar
«Básicamente, recibimos un Chevy Bolt de General Motors, y con la ayuda de algunos asistentes de posgrado y nuestro principal profesor de la facultad, Dr. Wakes, nos embarcamos en este proyecto», dijo Michera.
El papel principal de Michera en el equipo es la ingeniería de hardware, pero también participó en la formación de equipos.
«Era responsabilidad de nuestro equipo poder montar de forma segura y eficiente todos los componentes que estábamos usando», nos dijo Michera, «como las cámaras, el lidar y el radar, y los sistemas de GPS. Tuvimos que montarlos según las especificaciones que nuestros otros sub-equipos nos pedían. Las cámaras tenían que poder tener un ángulo de visión completo, al igual que nuestros radares y lidars. También nos aseguramos de que todas las conexiones y el cableado del vehículo estuviesen listos e instalados».
«También formé parte del equipo de alcance», agregó. «Entrevistamos a miembros potenciales para que se unan al equipo, porque cada año los seniors se graduarán y se marcharán de la Universidad, por lo que tenemos que traer a más gente. Hemos estado reclutando a otros miembros de Virginia Tech para que se unan a nuestro equipo, y también vamos a las escuelas secundarias locales y mostramos el proyecto, a ver si encontramos estudiantes que estén interesados en ingresar a este campo. Los traemos y les damos un recorrido por nuestro garaje y les mostramos cómo funciona el vehículo.
Hemos trabajado con otros programas de robótica de la escuela secundaria para aumentar el interés en este campo».
EL LARGO CAMINO A YUMA
Antes de poder ir a Yuma, el equipo tenía que desarrollar y probar su propio sistema de conducción autónomo integrado. Esta tarea, evidentemente, no es fácil. Y justo en las últimas semanas antes de la fecha límite, el equipo sufrió dos reveses importantes.
«El proyecto había ido realmente bien», insistió Michera, «pero tuvimos un pequeño inconveniente: debido a un error humano, el vehículo se estrelló contra la puerta del garaje donde estábamos trabajando».
El equipo tuvo que arreglarlo y asegurarse de que el auto estuviese en condiciones antes de la competencia.
«Tuvimos mucha suerte, ya que ninguno de los componentes más costosos, como las cámaras y los lidars, resultaran dañados», dijo Michera. «Solo hubo un pequeño daño cosmético en el vehículo. Lo que me encantó ver fue que, con ese revés, el equipo no perdió la moral ni la fe en sí mismo. Todos lo aceptamos: fue un pequeño error y seguimos con la misma actitud para lograr nuestro objetivo».
Pero las Leyes de Murphy no había terminado aún con el equipo de Victor Tango.
«Desafortunadamente, nos encontramos con otro obstáculo», continuó Michera. «Nuestro vehículo no se cargó, y ese fue un problema que no pudimos solucionar. Enviamos el auto al concesionario y no pudieron diagnosticarlo, por lo que tuvimos que enviarlo a General Motors en Michigan. Estuvimos sin el carro durante casi un mes, así que perdimos todo ese tiempo para hacer nuestras pruebas «.
Sin un vehículo para desarrollar y sin idea de cuándo volvería, el equipo consideró tirar la toalla. Cuando arreglaron el Bolt y lo llevaron de vuelta a Virginia, el equipo contaba con poco más de una semana para hacer el trabajo de un mes.
«Nos dieron el vehículo de vuelta con nueve días por delante. Estábamos seguros de que lo lograríamos. La mayoría del equipo trabajó día tras día. Estuve muchas noches hasta las 3:00 am allí, asegurándome de haber completado todos los procedimientos de prueba para tener un vehículo a punto. Ese fue uno de los principales objetivos. Nuestro consejero de la facultad nos dijo que realmente no le importaba si el vehículo se veía bien. Queríamos asegurarnos de que los sistemas y todo lo relacionado con el funcionamiento del vehículo funcionara a la perfección. Pudimos preparar el automóvil: quedó listo en nueve días y pudimos competir «.
EL GRAN DESAFÍO
Cuando el equipo llegó a Yuma, hubo informes que entregar y tecnología que demostrar.
«Tuvimos informes de responsabilidad social explicando el diseño, por qué elegimos el diseño que hicimos. Qué componentes usamos en nuestro diseño», dijo Michera. «Tuvimos que justificar las razones por las que usamos esos componentes [y no otros], y hablar sobre sus ventajas y desventajas».
Hacer un informe es una cosa. Hacer un automóvil que se conduce solo en una pista de pruebas es mucho más importante.
«El desafío de este año fueron los objetos estacionarios [fijos]», explicó Michera. «No solo teníamos objetos estacionarios, teníamos que evitarlos y seguir después en el carril y con el control general del vehículo».
Cuando llegó el momento de la demostración en el mundo real, resultó que las ‘desgracias’ sufridas por el equipo de Víctor Tango al final les fueron de ayuda. Debido al poco tiempo disponible, el equipo se vio obligado a utilizar una fusión de métodos para integrar el mapeo del entorno tradicional con los complejos algoritmos de percepción utilizados por las cámaras y los sistemas lidar.
«Todos los demás en la competencia no habían confiado en los mapas porque pensaban que podían hacerlo completamente con la percepción», señaló el miembro del equipo Andy Cohen. «Pero el medioambiente no estaba tan bien regulado como pensaban».
Resultó que las líneas de carril en los terrenos de prueba se desvanecieron, cosa que sucede en muchas carreteras en todo el mundo. Debido a que su vehículo podía navegar por la pista sin depender de la cámara que identifica las líneas de carril, Victor Tango AutoDrive fue el único equipo que pudo completar el desafío de movimiento lateral.
«Creo que, a pesar de no conseguir el primer lugar, el hecho de haber tenido listo el vehículo y poder terminar los tres desafíos cuando ninguna otra universidad fue capaz de hacerlo, nos dio un gran regocijo en nuestros corazones», sonrió. «Creo que solo demuestra la motivación de este equipo y de lo que será capaz en los próximos años».
CAMINO POR DELANTE
Debido a que la competencia se llevará a cabo durante tres años, cada equipo verá graduarse al menos dos cohortes de seniors, con estudiantes más jóvenes que llegarán a tomar su lugar y continuar el desafío.
«Planeo usarlo como mi proyecto de diseño sénior y, con un poco de suerte, aprovecharlo durante los próximos tres años», dijo Michera. «Siempre he sido un gran aficionado a los automóviles y de todo lo que tenga que ver con ellos. También soy consciente de cómo el mercado se mueve hacia la autonomía. Siento que este proyecto me dará una gran ventaja para trabajar en la industria».
Puede seguir el AutoDrive Challenge durante los próximos dos años en http://www.autodrivechallenge.com.