En el mundo de los propietarios de Bentley hay dos facciones principales. Por un lado, el dueño clásico, que prefiere los trajes de tres piezas, los periódicos de papel, y los ajustes de la suspensión por comodidad. Por otro lado, el entusiasta de los deportes de motor, adicto a la adrenalina y que, sin pensárselo demasiado, se comprará Continental GT3-R para conducirlo siempre o casi siempre en modo Sport.
El Bentley Continental Supersports es una máquina impresionante que supera su edad y peso con fuerza bruta, estilo y algunos de los materiales de más alta calidad que nunca encontrarás en otros autos.
El Continental Supersports 2017 te permite ahora ser ambas personas. Un total equilibrio de elegancia, velocidad y esplendor en un vehículo de lujo que fácilmente desafía las leyes de la física. El Supersports 2017 no es un modelo totalmente nuevo; de hecho, comparte gran parte de su arquitectura con el Continental GT original que debutó en 2003.
En comparación con los Supersports de primera generación de 2009, el modelo 2017 se beneficia de una variedad de mejoras en su sistema moto-propulsor, incluyendo turbos más grandes, sistemas de admisión y de escape renovados, y un nuevo convertidor de par que permite que la caja de ocho velocidades transfiera la potencia del W12 de 6.0 litros a las ruedas lo más rápido posible. ¿Cuánta potencia? 700 caballos y 750 libras-pie de torsión, lo que permite a este gigantón de 5,027 libras acelerar más rápido que un Mercedes-AMG GT R.
Las mejoras de desempeño de los Supersports se reflejan en el diseño del automóvil, el cual se ve más definido, más agresivo y más contemporáneo que sus predecesores. Los respiraderos del capó, además, le añaden un toque de actitud, y la carrocería en general tiene un mayor nivel de contraste que antes, aunque el alerón trasero se ve algo fuera de lugar en un vehículo como éste. Afortunadamente, es opcional. Otros cambios incluyen ruedas de 21 pulgadas específicas para el modelo, tapicería interior de tres tonos y un sistema de audio Naim de 11 bocinas y 900 vatios, hecho a medida para la marca, por supuesto.
El nuevo Supersports viene en dos estilos de carrocería: Coupé ($ 293,300) y Convertible ($ 322,600), el último de los cuales llegará como modelo 2018. Con Bentley, sin embargo, el nivel de personalización es casi interminable, por lo que no hay realmente niveles de acabado únicos. En su lugar, la marca ofrece una serie de opciones individuales para que lo sientas como algo únicamente tuyo.
Por ejemplo, Bentley ofrece 90 colores de pintura exterior, y si el cliente desea, pueden crear uno propio. Hay 17 tipos de tapicería interior, además de 10 acabados únicos de consola central y paneles de la fascia delantera.
Dentro tenemos una pantalla táctil de 8.0 pulgadas junto con la información básica del vehículo, aunque no hay mucho más para jugar. Los comandos de voz y los controles de Bluetooth están allí, pero se echan de menos características tales como el control de crucero adaptativo, ayuda de mantenimiento de carril y pantallas head-up.
Con un tiempo de 0 a 60 mph de 3.4 segundos y una velocidad máxima de 209 mph, está claro que este vehículo puede llegar a todos los sitios rápidamente, y lo hace acompañado de una banda sonora increíble. El monstruoso W12 ladra ferozmente a plena carga, armonizado con un acorde sonido de escape. Para frenarlo, Bentley puso en el Supersports los discos de freno más grandes jamás montados en un automóvil de producción, cada uno del tamaño de una pizza extra grande. No exageramos.
El Bentley Continental Supersports es una máquina impresionante que supera su edad y peso con fuerza bruta, estilo y algunos de los materiales de más alta calidad que nunca encontrarás en otros autos.
Sólo 250 ejemplares de este nuevo Supersport están llegando a los Estados Unidos, lo que dará paso después a un nuevo Continental GT fabricado sobre la misma plataforma que sustenta el nuevo Porsche Panamera. Así que, si bien creemos firmemente que el Supersports 2017 es el mejor Bentley que puedes comprar ahora mismo, el que le seguirá tiene el potencial de ser aún mejor.