A pesar de las objeciones de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), Tesla implementa su paquete tecnológico de conducción autónoma, aún en etapa beta, denominado Full Self-Driving (FSD), nombre que se puede traducir como Autoconducción Total.
Jennifer Homendy, presidenta de la NTSB, citada por el The Wall Street Journal, tachó el nombre de “engañoso e irresponsable”, ya que FSD no hace que el vehículo sea totalmente autónomo, pues requiere de la participación de la persona sentada detrás del volante, la cual podría no estar consciente de esa necesidad.
Pero a pesar de las protestas de la NTSB, la cual tiene poder para emitir recomendaciones pero no para hacerlas cumplir, Tesla ha seguido dotando a sus automóviles con FSD, el cual constituye una progresión de su antiguo —y no menos controversial— sistema Autopilot, el cual solo permitía manejo autónomo en autopistas.
No obstante, FSD es una tecnología impresionante. Su más reciente versión ofrece tres perfiles de conducción: Relajado, Regular y Asertivo, que le permiten al conductor determinar el grado de respuesta del sistema cuando se enfrenta a distintas situaciones en la vía.
Según las notas de lanzamiento de la versión más reciente obtenidas por el sitio Not a Tesla App, los distintos modos de manejo de FSD pueden controlar comportamientos como paradas rodantes, salidas de carriles para adelantar, cambios de carril basados en la velocidad, distancia de seguimiento y avance en luz amarilla. Estas no aclaran en qué consisten las “paradas rodantes”, lo cual es importante ya que no detener el vehículo por completo ante una señal de alto o en un semáforo en rojo, que es el significado del término “rolling stop” utilizado por Tesla en las notas, es ilegal en los 50 estados que conforman Estados Unidos.
FSD no está a la disposición de todos los dueños de automóviles Tesla. Para poder utilizar el sistema y sus actualizaciones es necesario tener un modelo con el hardware necesario, que incluye cámaras y sensores. Además, Tesla prioriza la adquisición del uso de FSD a conductores con una alta puntuación de seguridad según los hábitos de manejo de sus clientes.
Esto ha sido criticado por organismos como el medio sin fines de lucro Consumers Report, que dio a conocer que conductores de modelos Tesla han relatado en los medios sociales como no detienen sus vehículos en las señales de alto o para darle paso a ciclistas, ya que el sistema castiga los frenazos súbitos.
Kelly Funkhouser, directora de pruebas de vehículos automatizados y conectados de Consumer Reports, dice que “la gamificación” de la conducción segura es una buena idea, pero que el enfoque de Tesla podría tener el efecto contrario.
FSD no solo no es gratis, sino que su precio ha experimentado aumentos periódicos. El próximo de ellos, que tendrá lugar el 17 de enero, elevará su costo de $8,000 a $12,000 dólares.