Con una innovadora suspensión dinámica, dotada de capacidad predictiva, ha equipado Audi su sedán insignia A8 en Europa. Según las condiciones del piso, el sistema puede modificar la altura de cada una de las ruedas en hasta 3.3 pulgadas (85 milímetros).
Basada en actuadores electromecánicos, la innovación es capaz de aumentar o reducir la suspensión en apenas cinco décimas de segundo. Los motores eléctricos están ubicados cerca de cada una de las ruedas y funcionan ligados al sistema eléctrico principal de 48 voltios (V).
Cada motor opera un tubo giratorio de acero fijado a una barra de titanio precargada, que actúa sobre la prolongación del resorte en el eje delantero y sobre el brazo transversal de la suspensión trasera del vehículo.
“Desde el extremo del tubo giratorio, la fuerza se transmite a la suspensión a través de una palanca y una bieleta de acoplamiento”, explicó la subsidiaria del Grupo Volkswagen, que cifró en 1,100 Nm el par máximo de los propulsores eléctricos, cuyo consumo no supera los 200 vatios (W).
“Cuando las condiciones de la carretera tiendan, por ejemplo, a comprimir el muelle por causa de una superficie irregular, la suspensión activa predictiva contrarresta este efecto”, señaló Audi.
De acuerdo a la marca, el A8 reacciona como un deportivo con el perfil “dynamic”: “al tomar una curva rápida con 1 g de aceleración lateral, la inclinación de la carrocería (ángulo de balanceo) es de apenas 2 grados, en comparación con los más de 5 grados de la suspensión estándar”.
En el sedán, agregó el fabricante alemán, se distribuye de forma óptima el balanceo, gracias a lo cual su “cabeceo” se reduce al mínimo. “El resultado son unas reacciones neutras o un comportamiento ligeramente sobrevirador, que otorgan al carro el carácter autodireccional de un deportivo”, graficó.
En cambio, el modo “comfort plus” garantiza una marcha suave, dado que la suspensión activa predictiva opera en sintonía con una cámara de video frontal, que identifica las imperfecciones del camino y modula el recorrido y la posición de los actuadores.
“Esto reduce el movimiento de la carrocería y compensa casi por completo una ondulación de la carretera o irregularidades similares. Este complejo proceso tarda solo unos pocos milisegundos: la cámara genera información sobre las características de la superficie 18 veces por segundo. Casi en tiempo real, la plataforma electrónica del chasis procesa los datos de la carretera y acciona con precisión todos los componentes de la suspensión”, explicó.
En este perfil, la suspensión también reduce la fuerza transversal, al elevar la carrocería en el lado exterior de la curva misma y bajarla en el interior, generando una inclinación de hasta 3 grados. Audi calificó el efecto como “especialmente impresionante” en el rango de las 50 y 80 millas por hora (80 y 130 kmh).
“El conductor y los pasajeros apenas notan la curva e incluso una taza de café llena en el portavasos no se derrama. La intensidad de la reducción de la fuerza transversal aplicada depende de una serie de factores: la velocidad del auto, las fuerzas g y la superficie de la carretera. La plataforma electrónica del chasis, que ejerce como unidad central de control de la suspensión, procesa los datos suministrados por los sensores y los transmite a la unidad de control de la suspensión activa”, detalló.
La suspensión activa predictiva también reduce la incómoda inercia que se produce en una aceleración violenta o una frenada imprevista. La sobrecompensación hace que los ocupantes sean empujados muy suavemente hacia sus asientos en lugar de contra sus cinturones o viceversa, señala Audi.
El sistema también actúa cuando el A8 está detenido. Al accionar la manilla de la puerta, la carrocería se eleva hasta 2 pulgadas (50 mm) para facilitar la entrada o la salida.
Combinada con el sistema de seguridad pre sense 360°, la innovadora suspensión aumenta la seguridad pasiva, al identificar situaciones peligrosas alrededor del vehículo.
“En un impacto lateral inminente a más de 15 mph (25 kmh), eleva la carrocería hasta 80 mm en el lado del impacto. Esto coloca el borde inferior del acuto en una posición mejor para absorber la energía”, complementó. Según Audi, la deformación del habitáculo y las cargas que actúan sobre zonas como la torácica y la abdominal de los ocupantes pueden reducirse hasta en 50 por ciento.