En abril de este año, Aston Martin entró en la segunda fase de su propuesta más ambiciosa de toda su historia. El «Second Century Plan», encabezado por el CEO Andy Palmer, busca una solución definitiva a un problema aparentemente simple: en 104 años de historia (y con más de 80,000 vehículos vendidos), Aston Martin nunca ha acabo de ser una empresa económicamente “rentable”.
Ensimismados en la “artesanía” de algunos de los carros más elegantes del mundo, Aston Martin nunca pareció preocuparse por el éxito económico. La era de Palmer quiere ser diferente. Con el Rally por bandera, y sin nunca renunciar “amor por la belleza», el nuevo Aston todavía atesora toda la estética centenaria, pero enmarcada ahora dentro de una clara meta financiera.
Para el 2021, Aston Martin tendrá una alineación de siete vehículos, y espera vender 14,000 unidades por año. Es importante destacar que la compañía ya ha aplicado el 75 por ciento de los $650 millones recaudados para completar su plan. En otras palabras, las ventas de los cuatro primeros modelos (DB11, Vantage, Vanquish y DBX) deben financiar los tres siguientes modelos. No puede haber más pérdidas operacionales.
Para mantener este impulso, Aston Martin se está duplicando en su DB11. Un derivado de nivel básico con motor V8 viene a bajar el nivel de entrada y (en teoría) cambiar la personalidad del Grand Touring (GT). Pero no basta con proyectar y sentarse a esperar: habrá que ver si el Aston Martin DB11 V8 2018 es algo más que un intercambio de motores.
Las diferencias visuales entre los modelos V8 y V12 son pocas. En contraste con la gama top DB11, el V8 cuenta con unos faros ahumados y nuevas luces traseras, un cofre cerrado, una parrilla de plástico negro, y las palabras «Aston Martin» escritas en el maletero. Respondiendo a las opiniones de los consumidores, Aston Martin agregó una apertura de éste activada por el pie, y eligió unos ajustes interiores más homogéneos.
Estos ajustes palidecen en comparación con las actualizaciones mecánicas. Bajo el cofre se encuentra un motor V8 doble turbo de Mercedes-AMG, con un ajuste único para Aston Martin. Además de tratarse de motor más ligero, el DB11 V8 es más rígido que su homólogo V12. El fabricante de automóviles del Reino Unido considera al V8 y V12 como carros deportivos a la vez que cómodos.
Se necesita un buen ojo para detectar las diferencias, pero la verdad es que preferimos el exterior oscurecido del V8 a los toques de cromo que adornan el V12. Estas menores señales permiten que el lenguaje de diseño cohesivo del DB11 brille por sí mismo. En particular, las ruedas de 20 pulgadas y 10 radios en una variedad de cortes y estilos, los cuales se ajustan perfectamente al cuerpo esculpido del GT.
Con un precio de $198,995, el DB11 V8 cuesta $17,500 menos que el V12. Aston Martin espera que el buque insignia sobresalga como nivel de entrada con dos vehículos a la vez. No sería raro, dado que la diferencia de precios de ambos modelos es relativamente pequeña. El empaquetado es similar en las versiones V8 y V12, aunque algunos colores y opciones son exclusivos de cada uno.
Entre los puntos destacados, cabe señalar el cuero, el techo de Alcántara, las cámaras de 360 grados con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, el control automático de clima de dos zonas, el encendido por botón, un sistema de información y entretenimiento de 8.0 pulgadas, Wi-Fi integrado y dos puertos USB.
Entre las opciones destacables se incluyen el bordado o grabado en relieve “DB11”, un interior de dos tonos, tres texturas distintas de cuero, incrustaciones de recubrimiento interiores alternas, un sistema de sonido Bang & Olufsen BeoSound, monitorización del punto ciego y asistencia automática al aparcamiento.
«Si tienes que preguntar, entonces no puedes permitirte el lujo.» Estas palabras, usualmente pronunciadas con algo de burla, hacen que todos nos encojamos de hombros. Por desgracia, cuando se trata de un carro como el DB11, la frase tiene buena parte de verdad. Aquellos que cuestionan el precio de un automóvil artesanal seguramente no son (ni serán) los compradores objetivos de éste.
En el interior, el DB11 es un trabajo de pasión hecho a mano. Es fácil perderse en el diseño de cuero denso, apreciar las superficies de textura suave, y rastrear el patrón de costura de contraste en cada asiento. Cualquier cosa que no esté recubierta de piel, es de metal cepillado o de plástico de alta calidad. De la gran variedad existente de colores de cabina, el púrpura oscuro es el más magnético. A juego con un exterior de Stratus White, el DB11 se posiciona justo en la línea que une lo elegante y lo sensacional.
La estrategia de Aston Martin para los próximos años es a la vez comprensible e interesante. Viéndolo, y analizándolo en el papel, debiera resultar bien. Hay que ver ahora cómo responden sus potenciales compradores.