Delphi Automotive quiere dejar de ser un proveedor tradicional de piezas automotrices y transformarse en una compañía tecnológica enfocada en la conducción autónoma. La compañía está derivando su división de trenes de propulsión a una entidad separada de Delphi Technologies, y bajo un nuevo nombre corporativo: Aptiv.
Delphi comenzó como una división de General Motors, de la cual se escindió en 1999. El enfoque tradicional de la compañía ha sido el de los componentes para trenes de potencia y otros sistemas automotrices importantes, todos los cuales ahora serán competencia de la división de Delphi Technologies. Como Aptiv, la compañía se centrará en la electrónica y otras tecnologías relacionadas con la conducción autónoma.
La medida se basa en la suposición —compartida por muchos— de que los fabricantes se enfocarán en los autos sin conductor “en masa” durante los próximos años. Dado el número de proyectos de conducción autónoma actualmente en curso en compañías como Ford y General Motors, uno puede ver por qué los ejecutivos de Delphi/Aptiv saben a lo que van. Aptiv planea proporcionar sistemas de conducción autónoma que los fabricantes podrán después poner sus automóviles, actualizando el papel tradicional de “proveedor” que Delphi ya poseía, pero ahora en esta nueva tecnología de futuro.
Lo más importante aquí es que Aptiv intentará reducir el costo de estos sistemas a unos $5,000 para 2025, según ha dicho su CEO, Kevin Clark, en una entrevista con Reuters. Se estima que este precio sería un 90 por ciento más barato que los sistemas disponibles en la actualidad. Clark dijo que el recorte de precios se lograría gracias a los avances propios de la tecnología, así como a los mayores volúmenes y el rediseño de los automóviles por parte de los fabricantes para acomodar el hardware necesario.
Delphi ya estaba muy involucrado en los vehículos sin conductor antes de su reorganización como Aptiv. La compañía envió su propio prototipo de auto sin conductor en un viaje entre San Francisco y Nueva York en 2015, después de lo cual se unió a la alianza de conducción autónoma BMW-Intel-Mobileye. A principios de este año, además, compró NuTonomy, una empresa de conducción autónoma con sede en Boston.
Dado el entusiasmo que rodea a los autos sin conductor, tiene sentido que un importante proveedor automotriz como Delphi desee reorientarse hacia esta tecnología. Pero no está solo. Otro proveedor importante, Continental, está incursionando también en la tecnología de conducción autónoma, al igual que varias empresas y proveedores de componentes individuales, como la Velodyne (lidar). En cualquier caso, los autos que conduzcan “por sí mismos” deberán primero perfeccionarse y —lo más importante— ser aceptados por el público. Sólo así podrán generar el negocio que las compañías esperan.