El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, reafirmó su confianza en el futuro de Nike mediante una operación bursátil significativa realizada el 22 de diciembre. El magnate tecnológico adquirió 50.000 acciones Clase B del fabricante de calzado deportivo a un precio promedio de $58,97 cada una, invirtiendo aproximadamente $2,95 millones.
Esta transacción representa la compra más voluminosa de Cook en el mercado abierto para Nike en varios años, elevando su participación accionaria total a poco más de 105.000 títulos, valorados en torno a $6 millones. La operación llegó a hacerse pública el 23 de diciembre, generando de inmediato una respuesta positiva del mercado, con las acciones subiendo entre el 2 y 5 por ciento durante los movimientos previos a la apertura.
Cook ha formado parte del consejo directivo de Nike desde 2005, desempeñando el rol de director independiente principal desde 2016, cuando el cofundador Phil Knight abandonó la presidencia. Además, ejerce como presidente del comité de compensación de la compañía, colocándolo en una posición estratégica dentro de la gobernanza corporativa.
El movimiento adquiere especial relevancia considerando el contexto actual. Nike atraviesa un período de turbulencias significativas, con su nuevo CEO, Elliott Hill, intentando revertir una tendencia bajista que ha impactado severamente al gigante del deporte. Las ventas en China, mercado crucial, han mostrado debilidad considerable, mientras que márgenes operacionales han declinado persistentemente durante más de un año.
Analistas del sector, como Jonathan Komp de Baird Equity Research, interpretan la inversión de Cook como una señal positiva respecto al programa de recuperación de Hill y las iniciativas operacionales denominadas «Win Now». Su adquisición responde a una confianza genuina en la dirección estratégica de la compañía.
Sin embargo, la estrategia de restructuración ha resultado desafiante. Nike enfrenta presión de competidores emergentes, ha perdido cuota de mercado en categorías clave como el running, y aún lidia con exceso de inventario. Las acciones acumulan una caída aproximada del 13 por ciento desde la publicación de resultados a mediados de diciembre, continuando una trayectoria descendente que acumula cuatro años consecutivos de depreciación.