Desde afuera son parecidísimas. Con pantallas Retina, procesadores M1 y hasta precios similares, es fácil pensar que MacBook Air y MacBook Pro son prácticamente el mismo dispositivo. Pero, ¿lo son, realmente? Al examinar sus especificaciones y características, encontramos que las diferencias son mayores (incluso existe un modelo de 16 pulgadas de MacBook Pro para quienes necesitan una pantalla más grande, aunque este aún viene con los anteriores procesadores de Intel).
Entonces, ¿cuál deberías comprar? En esta comparativa pondremos lado a lado la MacBook Air y la MacBook Pro de 13 pulgadas, ambas con procesador M1.
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Diseño
Las dos MacBook se ven muy similares a primera vista: tienen terminaciones de aluminio y los mismos colores (la MacBook Air tiene una versión dorada) y la mayor diferencia está en la Touch Bar, de la que hablaremos más adelante.
La pantalla de los dos equipos es Retina, con resolución de 2560 x 1600 pixeles y 227 ppi (pixeles por pulgada). Apple ha hecho algunas de las mejores pantallas de portátiles, por lo que cualquiera que sea el modelo que elijas, esta será de muy buena calidad, aún cuando hay algunas diferencias en la gama de colores y el brillo.
En nuestras pruebas, encontramos que la MacBook Pro llega a 485 nits de brillo, mientras que la MacBook Air solo alcanza los 389. La MacBook Pro también es mejor en la precisión de los colores: 91 por ciento en AdobeRGB, en comparación al 79 por ciento de la MacBook Air. Esto significa que quienes necesiten trabajar en algo en lo que la precisión de color es importante, la mejor opción es la MacBook Pro. Para los demás, la MacBook Air es suficiente.
La pantalla de los dos modelos es un poco distinta, pero no así el teclado. Ahora ya no habrá que preocuparse por teclas al aire o pegajosas, ya que ambos tienen teclado Magic Keyboard dejando atrás el controversial teclado estilo mariposa. El Magic Keyboard ha resultado ser más cómodo y con un funcionamiento muy consistente, al estilo de los antiguos teclados de Apple.
Además, ambos equipos incluyen un trackpad de gran tamaño, que tiene suficiente espacio para los gestos de macOS. Este es el mejor trackpad que van a encontrar en una laptop, tanto de Apple como de cualquier otra marca.
Como se mencionó antes, existe una diferencia clave entre la MacBook Air y la MacBook Pro 13 que se nota de inmediato: la barra táctil llamada Touch Bar. La MacBook Air nunca la ha incluido en ninguno de sus modelos y eso continúa en el más reciente, con lo que mantiene la fila clásica de teclas para diversas funciones más el botón de Touch ID a la derecha. La MacBook Pro, en cambio, sí tiene Touch Bar, aunque eso podría cambiar en el mediano plazo, ya que hay rumores que apuntan a que serán reemplazadas por la fila de teclas físicas de la Air.
La MacBook Air y la MacBook Pro tienen puertos Thunderbolt 3 compatibles con USB-C que además funcionan con USB-4. Estos puertos sirven para una gran variedad de conexiones, tanto de carga como de transferencia de datos. En la MacBook Air hay solo dos de ellos a la izquierda, lo que significa que tal vez haya que comprar un hub USB en caso que sea necesario; lo mismo ocurre con la MacBook Pro 13 con el chip M1. Apple todavía vende modelos MacBook Pro 13 con procesadores Intel que tienen cuatro puertos USB-C, pero es más conveniente elegir el mayor rendimiento que ofrecen los equipos con procesador M1 y comprar un hub USB en caso de ser necesario. Como comentaremos más adelante, la potencia del M1 compensa los recortes en otros aspectos.
Además, los dos equipos tienen cámaras web de resolución 720p, parlantes estéreo y puerto para audífonos de 3.5 mm. Para quienes les interese: el audio de los parlantes de la MacBook Pro es superior y mucho mejor que la mayoría de las notebooks que existen.
Rendimiento
En este apartado es donde las cosas se ponen interesantes. Las MacBook Air y MacBook Pro 13 más recientes pasaron de los procesadores de Intel a los chips M1 producidos por la misma Apple. Estos se basan en la arquitectura ARM, lo que significa que utilizan la energía de manera más eficiente, y no hablamos de ahorros marginales, sino de procesadores que generan tan poco calor que ni siquiera necesitan un ventilador.
El M1, de cualquier manera, no es un chip que sirva solo para tareas sencillas o mundanas, ya que tiene un rendimiento muy alto, aún con su uso de energía reducido. El procesador es de ocho núcleos: cuatro de alto rendimiento y cuatro de mayor eficiencia. Y la tarjeta de video tiene siete u ocho núcleos (dependiendo del modelo) que son capaces con todo. En pocas palabras: lo que Apple ha conseguido con el M1 es muy destacable.
Ahora hablemos de números. En el software Geekbench 5, la Macbook Air marca 1,727 puntos en las pruebas de un solo núcleo y 7,585 en pruebas multinúcleo, mientras que la MacBook Pro llega a 1,707 y 7,337 respectivamente. La MacBook Air además consigue estos números sin un ventilador (la Pro sí lo tiene) y pese a ello, el chasis apenas se siente un poco tibio al tacto. Los puntajes de la Pro y la Air con M1, por lo demás, son superiores a los mejores procesadores Tiger Lake de Intel: el i7-1185G7 marca 1,593 y 5,904 en las mismas pruebas de Geekbench.
Pero lo anterior se trata de pruebas sintéticas; las pruebas en el mundo real pueden decir otra cosa. Lo bueno, en este caso, es que el chip M1 tiene también muy buen rendimiento en tareas como decodificación de video: en Handbrake 1.4.0 (una versión del programa optimizada para procesadores M1), la MacBook Air decodifica un archivo de 420 megas en codec H.265 en apenas dos minutos y 48 segundos; un equipo con procesador Core i5 de Intel lo consigue en cuatro minutos y 30 segundos. ¿Y la MacBook Pro? Los números son similares a los de la Air: dos minutos y 36 segundos.
Ninguna de estas laptops tiene mucha utilidad con videojuegos, pero algo se puede hacer con el M1 y sus gráficos integrados. En la MacBook Air, Fortnite alcanza los 33 cuados por segundo con gráficos en calidad alta y resolución de 1680 x 1050 pixeles, mientras que Civilitazion VI llega a los 51 cuadros por segundo a la misma resolución y gráficos en calidad media. Por su parte, en la MacBook Pro sí se alcanzan los 60 cuadros por segundo en Fortnite con gráficos en calidad media; ninguno de los dos modelos tiene aumentos de temperatura importantes con estos juegos, lo que implica que se pueden utilizar para jugar de manera casual sin mayores inconvenientes.
Aún así, el rendimiento de un equipo es más que solo el procesador o la tarjeta de video; la memoria también es importante. Y aquí, las nuevas laptops de Apple andan muy bien gracias a la arquitectura en la que se basan, ya que tanto CPU como GPU y memoria están unificados dentro de un único chip (de ahí el nombre de system-on-a-chip de estos procesadores). Esto hace que, al estar tan cerca entre sí, pueden sacar provecho a lo que se llama Arquitectura Unificada de Memoria (Unified Memory Architecture); en vez de enviar instrucciones separadas a los bancos de memoria de cada componente, utilizan un banco único para todos. Con el tiempo, esto permite que las aplicaciones se ejecuten de manera más rápida y eficiente.
Como ambos equipos tienen el mismo chip, las diferencias de rendimiento entre ambos son mínimas. En algunos casos, la Air supera la Pro (algo que nunca pensamos que podría ocurrir), mientras que en otros casos ocurre a la inversa. Y si tomamos en cuenta que el MacBook Air es más barata, tal vez resulte más conveniente ese modelo desde el punto de vista del rendimiento puro.
Portabilidad
La MacBook Pro tiene 0.61 pulgadas de grosor y 11.97 de ancho, mientras que la Air va desde las 0.16 a las 0.63 pulgadas de grosor, y 11.97 de ancho. Esto hace a la MacBook Air levemente más gruesa que la Pro, pero a la vez es más liviana con 1.27 kilogramos versus los 1.36 de la MacBook Pro. Y lo más seguro es que nadie note la diferencia a menos que ponga los equipos sobre una pesa. Visualmente, la diferencia más notoria está en la opción extra de color (dorado) en la MacBook Air y la falta de Touch Bar en la misma.
El otro componente clave en la portabilidad de una laptop como estas es la duración de la batería. Apple prometió que el chip M1 sería muy eficiente y aquello se cumple: los anteriores modelos de MacBook Pro con procesadores Intel entregan hasta 6 horas de batería, mientras que en la MacBook Air ese número podía llegar hasta 9 o 10 horas con uso moderado.
¿Y qué pasa con los modelos nuevos? En nuestras pruebas concluimos que la MacBook Pro con M1 puede dar hasta 16 horas de uso moderado y hasta 21 en reproducción de video. La MacBook Air, por su parte, se quedó en 15.5 horas de uso moderado y 18.5 de reproducción de video, números que de ahora en adelante serán el nuevo estándar para equipos de este segmento.
Además, hay que tomar en cuenta que todo esto se logra con una pantalla de alta resolución que consume bastante energía y un procesador muy potente en general. Ni la MacBook Pro ni la MacBook Air son laptops de bajo rendimiento ni nada por el estilo, lo que nos da una perspectiva sobre qué tan buena es la eficiencia en el uso de las baterías.
La mejor opción: MacBook Air
Ya que tanto la MacBook Air como la MacBook Pro tienen el mismo procesador, escoger entre una de las dos es más complicado que antes e incluso, todo puede decidirse en aspectos algo secundarios. Porque cualquiera sea el modelo que escojas, el rendimiento será de lo más alto que se puede encontrar en una computadora del estilo, lo mismo que la duración de las baterías. Después de años de estancamiento, Apple finalmente se puso a la cabeza en el mundo de las laptops.
Así, las diferencias clave pasan por el uso que vaya a tener el equipo. Un diseñador, un fotógrafo o cualquier persona que le de mucha importancia a la calidad de los colores en la pantalla tendría que escoger la MacBook Pro, ya que el brillo de la Retina es superior y lo mismo ocurre con la representación de los colores. Sí, la pantalla de la MacBook Air también es muy buena, pero no alcanza el nivel de la Pro.
La Touch Bar es más una cuestión de gustos. Porque digámoslo así: la barra táctil nunca ha estado a la altura de su potencial, aún cuando tiene algunas implementaciones interesantes, como por ejemplo, aplicaciones que se muestran sobre ella. Pero si te preocupa lo que le pueda ocurrir al pequeño panel con golpes accidentales o ya sea porque simplemente prefieres las teclas físicas, la MacBook Air es mejor.
En algunos aspectos, la Air es la ganadora. El diseño sin ventilador la hace completamente silenciosa en cualquier instancia, algo que agradecerán aquellos que odian que sus computadoras hagan el más mínimo ruido. Y a pesar de la falta de ventiladores, el rendimiento no se resiente respecto al de la MacBook Pro e incluso logra superarla en algunos casos, lo cual a la larga es una ventaja.
Y por último, el precio. La MacBook Pro con M1 comienza en $1,299 dólares, mientras que la MacBook Air lo hace en $999. Y si hablamos de computadoras portátiles con un procesador así de potente, $300 dólares menos del costo respecto de su hermano mayor pero sin reducción de rendimiento, podemos decir que la Air es la MacBook actual más conveniente.
MacBook Air
MacBook Pro