La variante ómicron del SARS-CoV-2 fue detectada en Sudáfrica hace apenas un mes, pero su nivel de propagación es preocupante. Con 73 por ciento de los casos en EE.UU. relacionados a esta variante, algunas empresas como Apple ya toman medidas extraordinarias.
Los de Cupertino anunciaron el 27 de diciembre que cierran sus 12 tiendas ubicadas en la ciudad de Nueva York debido al aumento de los casos producido por la nueva mutación del coronavirus. Por ello, la empresa explicó por medio de un portavoz que los clientes podrán recoger pedidos en línea en las tiendas, pero no entrar a comprar. Los establecimientos afectados incluyen puntos de venta en la Quinta Avenida, Grand Central y SoHo, en Manhattan.
“Monitorizamos las condiciones con regularidad y ajustaremos nuestras medidas de salud y los servicios de la tienda para respaldar el bienestar de los clientes y empleados”, dijo la compañía en un comunicado recogido por Reuters.
Estas no son las primeras tiendas que Apple cierra en el país, pues desde hace varias semanas las Apple Store de Estados Unidos han dejado de abrir de manera paulatina, así como otras ubicadas en Canadá.
Algunos de los establecimientos cerrados se encuentran en Washington D. C., Los Ángeles, Filadelfia, Texas, Ohio, Virginia y Georgia, entre otros. En las tiendas que permanecen abiertas a lo largo del país, la empresa ha restablecido su política de mascarillas obligatorias para clientes y empleados (instaurada al comienzo de la pandemia) y también ha retrasado los planes de reanudar el trabajo presencial en sus oficinas.