Son más de 100,000 trabajadores quienes en los próximos meses deberán regresar de manera paulatina a las oficinas de Google, en Silicon Valley, bajo una “nueva” normalidad. Tras más de un año de teletrabajo y con la negativa de varios empleados de regresar a un lugar físico con más gente, Alphabet rediseña sus espacios laborales.
La idea en GooglePlex es que exista, por un lado, más espacio exterior para propiciar el distanciamiento social con la instalación de carpas gigantes con módulos de trabajo, cubículos pensados en la generación Z que se puedan transformar de acuerdo a las necesidades de los empleados y una nueva sala de reuniones llamada Campfire, circular y con pantallas que puedan incorporar a la gente por medio de Google Meet en videoconferencias.
Tal como señala un extenso reportaje de The New York Times, los principios básicos pospandemia que quieren en Alphabet son:
- El trabajo ocurre en cualquier lugar y no solo en la oficina.
- Lo que los empleados necesitan de un lugar de trabajo está cambiando constantemente.
- Los lugares de trabajo deben ser más que escritorios, salas de reuniones y comodidades.
Otros cambios esenciales de la oficina post-COVID-19 de GooglePlex
- Sistema de ventilación y aire acondicionado personalizado para cada trabajador en cada puesto laboral.
- “Si una reunión requiere privacidad, un robot que se parece a las entrañas de una computadora sobre ruedas y está equipado con sensores para detectar su entorno viene a inflar una pared translúcida de globos de celofán para mantener los ojos indiscretos lejos”.
- “Una silla de oficina con altavoces direccionales en el reposacabezas reproduce ruido blanco para amortiguar el audio cercano”.
Un punto importante que considera Google es que el distanciamiento mínimo entre los empleados cumpla con las normas recomendadas por la autoridad sanitaria: 6 pies (casi 2 metros entre cada persona).
Pero el cambio quizás más sustancial para los que alguna vez hayan tenido la oportunidad de estar en una oficina de Google es que en la cafetería se acabará el buffet y todo se sellará y se pondrá en cajas.
“Los aperitivos se embalarán individualmente y no se recogerán en contenedores grandes. Las salas de masajes y los centros de fitness permanecerán cerrados. Los autobuses lanzadera serán suspendidos”, recoge también el reportaje del NYT.