La compañía Walt Disney Co. ha sido acusada de rastrear y recopilar secretamente información personal de algunos de sus clientes más jóvenes, y compartir esos datos ilegalmente con anunciantes para fines comerciales sin el consentimiento de los padres.
Estas acusaciones fueron presentadas en una demanda federal a finales de la semana pasada en California, la cual afirma que las diversas aplicaciones de juegos móviles de Disney recopilan rutinariamente datos de teléfonos inteligentes, que pueden ser utilizados para crear perfiles de niños que los anunciantes pueden explotar para su propio beneficio.
Según la demanda, juegos como Disney Princess Palace Pets y Where’s My Water 2 tienen ‘rastreadores’ dentro del código. Esto permite a Disney «filtrar esa información del dispositivo inteligente para fines publicitarios y otros fines comerciales». Estas acciones violan la Ley de Protección de Privacidad de Niños en Internet, o COPPA, por sus siglas en inglés, la ley federal que protege la privacidad de los niños en sitios y aplicaciones en línea.
La demanda alega que Disney permitió a compañías de software incrustar trackers en sus aplicaciones. Al respecto, Jeffrey Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital, dijo al Washington Post que “Disney no debería usar esas compañías de desarrollo de software”, explicando que «se trata de tecnologías pesadas, datos de fuerza industrial y compañías analíticas cuyo rol es rastrear y monetizar a individuos. Estas no deberían estar en las aplicaciones de los niños pequeños».
Por su parte, Walt Disney Co. dijo que las acusaciones en la demanda están equivocadas y tiene la intención de defenderse en los tribunales. «Disney tiene un robusto programa de cumplimiento con COPPA y mantenemos estrictas políticas de recopilación y uso de datos para las aplicaciones de Disney creadas para niños y familias», dijo la compañía en un comunicado. «La queja se basa en un malentendido fundamental de los principios de COPPA, y esperamos defender esta acción en la corte».
Aunque esta situación no representa un peligro directo para los jóvenes usuarios sino que está orientada hacia fines comerciales, se recomienda que los padres de familia cuyos hijos tengan acceso a la internet, ya sea a través de un teléfono, tableta o computadora, deberían monitorear de cerca la interacción en línea de sus hijos.