Un grupo de paleontólogos descubrió los restos óseos parciales de una colosal ballena en lo que hoy es la provincia de Ica, en el sur de Perú. Este monumental mamífero, el Perucetus colossus, vivió hace 39 millones de años, pesando más del doble que una ballena azul y probablemente ganándose el título de ser el animal más pesado conocido que jamás haya vivido.
El basilosáurido recién descrito (una familia de cetáceos extintos), tenía entre 85,000 a 340,000 kilogramos. Tenía una longitud corporal estimada de unos 66 pies (20 metros), según un nuevo estudio publicado el miércoles (2 de agosto) en la revista Nature.
Los científicos han desenterrado 13 vértebras, cuatro costillas y un hueso de la cadera, según un comunicado.
P. colossus probablemente vivió en áreas costeras poco profundas, basándose en parte en lo que los científicos saben sobre los océanos antiguos. Esto significa que se habría sumergido con aire en sus pulmones, un comportamiento típico para los buceadores poco profundos, dicen los investigadores. Para P. colossus, sin embargo, tener todo ese aire en su cuerpo habría dificultado permanecer en el fondo del fondo marino sin un poco de lastre, por lo que podría haber desarrollado huesos tan pesados. Durante la época del Eoceno, la mayoría de los recursos marinos habrían estado en el fondo del océano, dice el coautor Rodolfo Salas-Gismondi, paleontólogo de la Universidad Cayetano Heredia en Lima.
De todas maneras, hay voces de mesura en el descubrimiento:
Nicholas Pyenson, paleontólogo de la Institución Smithsonian en Washington DC, está de acuerdo en que P. colossus es una bestia impresionante, calificándola de «estupenda y muy extraña». Dice que reescribirá la historia de la evolución del gigantismo en las ballenas. Pero no está listo para darle a P. colossus la corona de la ballena azul como el animal más pesado de todos los tiempos. «La corona pertenece a una ballena azul», dice. «Averiguar el peso corporal de una especie extinta es muy, muy difícil». Los esqueletos están incompletos, agrega Pyenson, «y realmente no sabemos cómo ponerles carne en el hueso».