Un fuerte tornado que se produjo el miércoles a la tarde en la localidad de Rocky Mount de Carolina del Norte, arrasó con la fábrica de Pfizer, lo que hace peligrar los envíos de medicamentos sobre todo a largo plazo.
Los daños fueron de tal magnitud que se afectó equipamiento clave para el desarrollo de múltiples medicamentos que en los próximos meses podrían faltar en hospitales, clínicas y farmacias, según alertó Erin Fox, directora de farmacéutica en el Centro Médico de la Universidad de Utah.
Una imagen grabada desde un helicóptero muestra que gran parte del techo de la planta se desprendió y la estructura restante cedió.
“Tengo reportes de 50 mil palés de medicamentos que están esparcidos por todas las instalaciones y resultaron dañados por la lluvia y el viento”, sostuvo Keith Stone, jefe policial de Nash.
La importancia de esta planta y sus daños hace prever a los profesionales una posible falta de stocks para los próximos meses.
“El daño probablemente conducirá a la escasez a largo plazo, mientras Pfizer realiza labores de reconstrucción o trabaja para trasladar la producción a otros sitios”, dijo Erin Fox, directora de farmacéutica en el Centro Médico de la Universidad de Utah.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos sacó un alerta en la previa al tornado justamente advirtiendo del riesgo que existía.
Posteriormente indicó que se trató de un EF3, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora. Eso causó el cierre de autopistas interestatales y fuertes demoras en el tránsito de la zona.