Los cerebros de las abejas podrían ayudar a llevar los sistemas de IA al siguiente nivel, según científicos del Reino Unido.
El equipo de la Universidad de Sheffield ha realizado un estudio que, según dice, revela los mecanismos subyacentes que impulsan las capacidades de toma de decisiones «notables» de las criaturas, que podrían transferirse a las tecnologías de inteligencia artificial, informó la BBC.
Usando 20 abejas melíferas, el equipo llevó a cabo varias pruebas para examinar cómo el insecto volador decide qué flores explorar en busca de néctar, con especial atención a la velocidad y precisión de sus decisiones de aceptar y rechazar diferentes flores.
Las criaturas fueron rastreadas con una cámara para ver cuánto tiempo les llevó decidir a qué flor volar. Los resultados revelaron que no perdieron tiempo en dirigirse directamente a las flores que pensaban que tendrían comida, aterrizando allí en un promedio de 0.6 segundos, pero fueron igualmente rápidos para rechazar las flores que juzgaron que no tenían comida.
Luego, el equipo creó un modelo informático diseñado para replicar el proceso de toma de decisiones de las abejas melíferas. «Este enfoque ofreció información sobre cómo un cerebro pequeño podría ejecutar elecciones tan complejas ‘sobre la marcha’ y el tipo de circuitos neuronales que se requerirían», dijo el equipo en su trabajo de investigación, y agregó que la sofisticación de los procesos de toma de decisiones de las abejas melíferas «rivalizaba con la reportada para los primates».
Ahora depende de los desarrolladores de tecnología considerar cómo se podrían adaptar los hallazgos para refinar el diseño de sus creaciones impulsadas por IA, y los científicos sugieren que los resultados podrían aprovecharse «para diseñar algoritmos de toma de decisiones más eficientes para sistemas artificiales, y en particular para robótica autónoma».
El líder del estudio, el Dr. HaDi MaBouDi, dijo que la investigación podría usarse para crear «robots mejores, más robustos y reacios al riesgo y máquinas autónomas que puedan pensar como abejas, algunos de los navegadores más eficientes del mundo natural».