Uno de los mitos más arraigados de la cultura norteamericana es la del Bigfoot, criatura legendaria que habita en las montañas heladas de Estados Unidos y Canadá.
Según resume Wikipedia: «también conocido como Sasquatch (según el nombre que le dan los pueblos indígenas originarios de Norteamérica que procede de la adaptación al inglés de la palabra original sásq’ets1 del halkomelem), es una criatura mítica con el aspecto de un primate perteneciente a la familia de los homínidos, que supuestamente suele verse en bosques a elevadas altitudes, principalmente en la región del Noroeste del Pacífico en América del Norte).
Sin embargo, en un nuevo trabajo recientemente publicado, el científico de datos Floe Foxon sugiere que la mayoría de los avistamientos de Bigfoot en los Estados Unidos y Canadá son de osos negros caminando sobre sus patas traseras.
La especie Ursus americanus generalmente camina a cuatro patas, aunque también se paran sobre sus patas traseras si tienen una vista más clara o un olor más fuerte de algo interesante. Luego, desde esa posición, “pueden parecer asombrosamente humanos”, y sí, bastante peludos.
Foxon trata de desmitificar la figura del monstruo peludo usando estadísticos, y llegando a la conclusión de que “si Bigfoot está allí, pueden ser muchos osos:
«¿Cuántos exactamente? Por cada 900 osos negros en un estado o provincia determinado, se espera un avistamiento de Bigfoot», manifestó el científico.
“Después de ajustar la población humana y el área terrestre, se espera un avistamiento de Bigfoot por cada pocos cientos de osos en un estado o provincia determinado. Por lo tanto, la explicación más probable es que muchos avistamientos de Bigfoot son en realidad avistamientos del oso negro, lo cual tiene sentido porque los osos ocasionalmente caminan bípedos con sus patas traseras, por lo que pueden parecerse un poco a los simios gigantes. La explicación del oso para Bigfoot es muy probable”, concluye en su trabajo.