Un desesperado llamado está haciendo el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, ya que por su sitio de Facebook está realizando una advertencia a los visitantes: no lamer los sapos del Desierto de Sonora.
Esto trae inmediatamente dos reflexiones:
1- Que la gente está lamiendo sapos y se ha catastrado el asunto. Las razones: se supone que buscar efectos alucinógenos y una «experiencia» mística: el sapo del desierto de Sonora exuda un poderoso compuesto alucinógeno conocido como 5-metoxina-N, N-Dimetiltriptamina (5-MeO-DMT). La sustancia está clasificada como ilegal por buenas razones, y es que es el equivalente natural de la droga conocida como DMT, un potente alucinógeno conocido popularmente como la molécula de dios.
2- Que el peligro de hacer esto es grande: Los Incilius alvarius excretan una potente neurotoxina que puede hacer que una persona enferme o incluso muera si sujeta el animal con las manos o llega a ingerir la sustancia.
«El sapo del desierto de Sonora (Bufo alvarius), también conocido como el sapo del río Colorado, es uno de los sapos más grandes que se encuentran en América del Norte, mide casi 7 pulgadas (18 cm).
¿Qué sonido hace? Su llamada ha sido descrita como una «bocina débil y grave, que dura menos de un segundo». ¿Fue ese el sapo o algo te asustó?
Estos sapos tienen glándulas parotoides prominentes que secretan una potente toxina. Puede enfermarlo si manipula la rana o le entra el veneno en la boca. Como decimos con la mayoría de las cosas que encuentras en un parque nacional, ya sea una de plátano, un hongo desconocido o un sapo grande con ojos brillantes en la oscuridad de la noche, abstente de lamer. Gracias.»