Hay una frase muy conocida que dice que “sabemos más sobre la superficie de la Luna que de nuestros propios océanos” y la verdad es que aunque parezca increíble, es cierto, o al menos uno de los últimos hallazgos lo confirman.
Recientemente, los famosos investigadores Smithsonianos publicaron un artículo donde aseguran haber estudiado una nueva zona de arrecifes oceánicos, la cual han llamado rarofótico, donde aproximadamente la mitad de los peces que se apreciaron, no habían sido descubiertos previamente.
Esto sin duda es un avance grandioso en el estudio de la fauna y flora del océano que no se había podido lograr antes. Recordemos que aunque a principios del siglo XXI se desarrollaron vehículos sumergibles pequeños, el acceso y la documentación de la vida marina seguía siendo un desafío.
Sin embargo, ahora, los ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts han creado un pez robótico llamado SoFi, que es capaz de acercarse a pez verdadero y no ahuyentarlo, ya puede imitar su comportamiento.
«Desarrollamos un pez robótico que imita el movimiento de peces reales y ahora, por primera vez, ha demostrado la capacidad de nadar junto a los peces en el océano real», expresó Robert Katzschmann, un estudiante de doctorado del Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL) que lidera el proyecto, a Digital Trends. Katzschmann y su equipo creen que este es el primer robot de este tipo que puede nadar libremente bajo el agua.
Desde el exterior, SoFi parece un pez de goma bastante modesto, sin embargo, lo realmente importante es lo que hay dentro del robot. Internamente posee unos sensores y una PC Linux, que se encuentran en el compartimiento su cerebro, un sistema de espuma de uretano que le permite flotar y una bomba hidráulica cerca de su pecho, que lo ayuda a mover la cola de silicona. Asimismo, tiene una cámara en el frente que registra su viaje a través del agua.
SoFi se puede controlar de forma remota a través de un controlador impermeable de Super Nintendo, adaptado para comunicarse mediante señales ultrasónicas. Además, mientras nada, se parece mucho a un pez real que se desliza por el agua, aunque un poco menos elegante.
Después de probar el robot en Rainbow Reef en Fiji, los investigadores dijeron que los peces parecían estar contentos con la presencia de SoFi.
Por su parte, los investigadores han afirmado que un futuro cercano, quieren hacer a SoFi más rápido y más autónomo, con sensores a bordo que le permitan seguir a otros peces. Aunque SoFi es un juguete ingenioso, Katzschmann y sus colegas esperan que la tecnología encuentre más aplicaciones profesionales, dando a los científicos e ingenieros marinos un mejor acceso a los mundos submarinos.
«La capacidad de obtener muestras de agua utilizando robots, nos permitiría aprender mucho más sobre las partes más remotas del océano», dijo Katzschmann. “En un futuro, espero usar varios de estos peces para registrar datos del océano, incluso tomar muestras de agua. También imagino que algún día SoFis se utilizará para la inspección submarina de infraestructura crítica, como plataformas petrolíferas y tuberías” aseguró Katzschmann.