Se especula que Ethereum 2.0, la nueva versión de la reconocida plataforma de criptomonedas, llegará en junio de 2022 y consigo traerá una serie de cambios que revolucionarán la industria. Así, hablaremos menos de “minería” y más sobre el concepto “staking”, un sistema en el que se dejan criptomonedas bloqueadas en depósito para recibir recompensas.
De esa manera, Ethereum 2.0 verá al ether (ETH), la segunda criptomoneda más grande del mundo después del bitcoin, pasar del consenso de prueba de trabajo (proof-of-work, PoW) hambriento de energía al mecanismo de prueba de participación (proof-of-stake, PoS), que es más eficiente y ecológico.
Tanto bitcoin como ether se basan en el mecanismo PoW desde sus inicios, lo que quiere decir que, si una persona resuelve un problema computacional determinado con su trabajo (tiempo y potencia de proceso), es recompensada con las criptomonedas mencionadas.
Con ese funcionamiento, antes la minería era accesible a todo el mundo, pero en los últimos años este segmento ha sido dominado por los expertos en ese campo.
Es por eso que se han creado grandes granjas mineras que consumen energía de manera excesiva, las cuales, en el caso de bitcoin, están basadas en computadoras especializadas (ASIC) o en tarjetas gráficas (GPU) en el caso de ETH. A raíz de ello, se ha dificultado conseguir, por ejemplo, las últimas versiones de las tarjetas NVIDIA o AMD en el mercado.
Son esas problemáticas las que provocan que la era de la prueba de participación (PoS) se acerque. De hecho, algunas criptodivisas ya dejaron atrás el mecanismo PoW: ya no recompensan a las personas por su trabajo al resolver complejos puzles matemáticos, sino que lo hacen por la cantidad de monedas virtuales que tienen “inmovilizadas” para mantener a flote este ecosistema.
Con la llegada de Ethereum 2.0, la minería de esta criptomoneda desaparecerá y así se reducirá su impacto ambiental. Esto se debe a que llegará con un mecanismo PoS, es decir, un modelo staking. En una cadena de bloques, el staking es el proceso de participación activa en la validación de transacciones (similar a la minería).
Esto significa que cualquier persona con el saldo mínimo necesario de criptomonedas puede validar transacciones de acuerdo al número de criptodivisas que tiene y obtener recompensas de “participación” (stake) en estas cadenas de bloques. Ethereum se puede apostar en plataformas de intercambio de criptomonedas como Coinbase, Binance y Kraken.
Esa participación queda bloqueada durante un tiempo y contribuye al valor global del ecosistema y al sistema de consenso PoS utilizado. Los usuarios con mayor participación tienen más opciones de validar transacciones y, por consecuencia, consiguen mayores recompensas. Cuanto más participas en las criptomonedas, más ganas.
Ahora, ¿será efectivo este modelo para ganar dinero? Al parecer sí. Es el caso de Solana y su criptomoneda SOL, y Polygon con MATIC, dos compañías que utilizan el mecanismo staking. La rentabilidad anual de Solana ronda 5.8 por ciento al año, mientras que en el caso de Polygon la cifra es de 27.18 por ciento.
Como podrás ver, el potencial del staking es evidente si es que quieres lograr una rentabilidad atractiva para tus criptodivisas. Con ese formato de ingresos pasivos, puedes tener un monto inmovilizado que a la larga puede aumentar tu riqueza. Además, si participas en ello, también puedes tener la satisfacción de que contribuyes al nuevo mecanismo.
Sin embargo, hay que considerar que con el staking la rentabilidad no está garantizada, y tampoco el propio valor de la criptomoneda con las que se juegue. El riesgo está en la volatilidad de las criptodivisas, los precios se pueden disparar, pero también se pueden derrumbar.