Un estudio de la Universidad de Chicago reconoció la falta de acceso a internet como un factor de riesgo ante el COVID-19. El análisis observó los 3,142 condados que existen en Estados Unidos y sus tasas de mortalidad, es decir, las muertes por cada 100,000 habitantes.
“En todos los tipos de comunidades, los lugares con acceso limitado a internet tenían tasas de mortalidad más altas, en especial en áreas urbanas”, se lee en las conclusiones del trabajo, que fue divulgado por la revista JAMA Network Open.
Según la composición de cada lugar, los autores calcularon que “por cada 1 por ciento adicional de residentes en un condado con acceso a internet se podrían evitar entre 2.4 y 6 muertes por cada 100,000 personas”, detalló Vox.
Independiente de variables como el nivel socioeconómico, la educación y la edad, la investigación aclaró que los moradores de las ciudades que podrían tener acceso a internet corren tanto o mayor riesgo de morir por COVID-19 que los residentes de zonas rurales.
“Creemos que este hallazgo sugiere que es necesaria una mayor concientización. Las poblaciones con acceso limitado a internet siguen sin ser estudiadas y, a menudo, son excluidas en las investigaciones sobre pandemias”, alertaron Qinyun Lin, Susan Paykin, Dylan Halpern, Aresha Martinez-Cardoso y Marynia Kolak.