Un estudio presentado por un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania demostró cómo la tecnología vestible (o wearable) podría ayudar a entender las consecuencias negativas que tendría el consumo de alcohol en exceso.
El equipo a cargo del trabajo midió la intoxicación con una pulsera de tobillo que puede detectar la concentración de alcohol a partir de cantidades imperceptibles de sudor.
“Utilizando la tecnología disponible para predecir las consecuencias relacionadas con el alcohol (que van desde los accidentes de tráfico hasta las resacas, pasando por las ausencias en el trabajo y las agresiones sexuales), podemos empezar a prevenir las consecuencias relacionadas con este”, explicó Michael Russell, principal autor del estudio.
“Nuestra investigación demuestra que los sensores vestibles pueden utilizarse para ayudar a las personas a entender cuándo su consumo de alcohol se está convirtiendo en un riesgo”.
De acuerdo con los investigadores, los sensores que miden la concentración de alcohol a través de la piel (sensores transdérmicos) proporcionan más datos que los resultados de las pruebas de alcoholemia.
Estos sensores pueden registrar el nivel máximo de intoxicación de una persona, la velocidad a la que se intoxica y la cantidad de alcohol que tenía en su organismo.
El contenido de alcohol en la sangre de una persona puede estimarse en la piel, ya que 1 por ciento del alcohol consumido se excreta en el sudor. Así, la concentración de alcohol en el sudor es similar a la de la sangre.
Los científicos afirman que los sensores transdérmicos son una buena alternativa a la medición del contenido de alcohol en sangre, que requiere la extracción de una muestra.
“El abuso del alcohol causa problemas que van desde la molestia de una leve resaca hasta la tragedia de una muerte prematura”, añade Russell.
“Esta investigación es un paso en el camino hacia el uso de la tecnología para limitar el daño que puede causar el alcohol”.