La línea entre milagro y ciencia cada vez es más delgada.
El científico Michael Levin de la Universidad de Tufts, en Somerville (Massachusetts), consiguió regenerar la pata amputada de una rana. Mediante un cóctel de fármacos sobre un molde de silicona sellado a su muñón (que bautizaron como BioDme) durante 24 horas, consiguieron que al animal le volviera a crecer una pata completamente funcional. Esto sucedió pasados 18 meses desde el inicio del experimento.
La extremidad regenerada fue capaz de moverse y responder a estímulos. La rana pudo usarla para nadar con total normalidad. Cada uno de los fármacos aplicado tenía una función distinta en el proceso de regeneración: crecimiento de fibras nerviosas, vasos sanguíneos y músculos, control de la inflamación y la inhibición de la producción de colágeno de cicatrización.
Según explica el científico en la presentación del estudio publicado en la revista Science Advances, el siguiente paso es ver cómo pueden aplicar estos descubrimientos en humanos, lo que podría ser una gran esperanza para personas que han perdido alguna de sus extremidades en accidentes o por enfermedades.
Levin también está detrás de los primeros robots vivos conocidos como xenobots, obtenidos de embriones de la rana de uñas africana (Xenopus laevis). En fechas recientes, un estudio demostró que estos sujetos mitad robot mitad ser vivo son capaces de reproducirse por sí mismos y crear réplicas idénticas. Este tipo de sistema reproductivo, llamado autorreplicación cinemática espontánea, se había visto con anterioridad en otras máquinas y modelos moleculares, pero no en sistemas multicelulares como los xenobots.