El director ejecutivo de la marca de autos de lujo Rolls-Royce dijo que la posibilidad de morir de COVID-19 impulsó las ventas de la compañía a números nunca antes vistos.
“Muchos vieron que personas de su comunidad morían de COVID-19, lo que les hizo darse cuenta que la vida puede ser corta, y qué mejor que vivir ahora que dejarlo para más tarde. Eso hizo que las ventas de Rolls-Royce crecieran de manera sustancial”, comentó Torsten Müller-Otvös, CEO de Rolls-Royce, en entrevista con el diario Financial Times.
De acuerdo con el ejecutivo, mientras 2021 fue trágico para millones de personas en todo el mundo, para Rolls-Royce fue el mejor año en sus 117 años de historia.
Según Müller-Otvös, las ventas de la compañía ascendieron a 5,586 autos, un incremento de 49 por ciento respecto de la cifra reportada en 2020.
Las ventas totales de Rolls-Royce en 2021 son menores comparadas con las de compañías que apuntan al mercado masivo (Toyta vendió 2,332,262 autos en 2021); sin embargo, no hay que perder de vista que la compañía apunta al mercado de autos de lujo.
Uno de sus modelos más populares, el Rolls-Royce Phantom, se vende por $455,000 dólares.
Sin embargo, Rolls-Royce no fue el único fabricante de automóviles de lujo que creció sus ventas en 2021 a raíz de la pandemia de COVID-19.
Otros fabricantes como Bentley y Lamborghini también vieron crecimientos de doble dígito en 2021. Bentley reportó la venta de 14,569 autos y SUV, un incremento de 31 por ciento sobre las ventas de 2020. En tanto, Lamborghini vendió 2,472 autos solo en Estados Unidos, un incremento de 11 por ciento respecto a las ventas de 2020.