Astrónomos y científicos neerlandeses realizaron un no muy agradable descubrimiento desde el espacio: emisiones de metano sin declarar por parte de industrias, que técnicamente no existen o no deberían de existir.
Estas emisiones y fugas de metano fueron descubiertas en varias partes del mundo; algunas de ellas en Turkmenistán, otras en Rusia e incluso en Pennsylvania, Estados Unidos. Y uno de los problemas, de acuerdo con los científicos del Instituto de Investigación del Espacio de Países Bajos, es que estas emisiones ocurren a una escala mucho mayor a la que ellos esperaban.
No obstante, el otro gran problema de esto puede ser mucho más grave en términos medioambientales. Hasta ahora, las industrias y fábricas se han comprometido a quemar los gases de metano, pese a que esa no es la mejor solución. Sin embargo, lo descubierto mediante satélites revela que estas instalaciones ni siquiera queman el gas metano, sino que simplemente lo liberan sin aplicar ningún proceso para reducir su impacto.
Y como si todo lo anterior no fuese suficiente, la suma de todas estas filtraciones es mucho mayor que las emisiones de metano que las compañías productoras de gas reportan de manera oficial.
Según el científico Yasjka Meijer, el promedio de filtraciones es de 3 o 4 por ciento. Sin embargo, gracias a estas observaciones se ha descubierto que la realidad es otra y que las filtraciones son mucho más grandes, pues alcanzan hasta 15 por ciento.
Asimismo, los científicos esperan que esta situación provoque un cambio en la forma en que se reportan las emisiones de gases tóxicos y que se incluyan algunos que no se pueden apreciar a simple vista, como lo ocurrido en el caso de las emisiones de metano que, si no fuera por instrumentos satelitales, seguirían ocurriendo sin que nadie se entere.