En 1993, se estrenó una película horrible de Super Mario Bros. que nada tiene que ver con la que Nintendo produce en formato animado. No obstante, el anuncio del elenco de la futura cinta sirvió para levantar las ventas de la versión noventera, que llegó al primer lugar de las más vendidas de Amazon.
Buena parte de este súbito (y seguramente temporal) éxito tiene que ver con su precio, ya que el DVD de Super Mario Bros. apenas cuesta $5 dólares. La versión en Blu-ray, en tanto, es un poco más cara y alcanza los $31 dólares.
El DVD de la película protagonizada por el fallecido Bob Hoskins es el que ha roto inesperadamente la lista de las más vendidas, incluso superó producciones hechas para llegar a esas listas como Fast & Furious, que está en segundo y tercer lugar del conteo (versiones en Blu-ray y DVD).
El caso de Super Mario Bros. es del tipo “tan malo que llega a ser bueno”. Sucede con frecuencia en el cine o en los videojuegos, aunque es difícil encontrar algo bueno en la película protagonizada por Hoskins junto a John Leguizamo como Luigi y Dennis Hopper como Bowser.
La cinta realmente no tiene nada que ver con los videojuegos en los que se basa. Si Super Mario Bros. ha tenido siempre un estilo caricaturizado y colorido, la película con actores reales era oscura, presentaba situaciones inentendibles y algunos personajes como Yoshi eran simplemente inexplicables.
Super Mario Bros. es una de las peores adaptaciones de videojuegos al cine de todos los tiempos y eso por sí mismo ya es un logro, más si se toma en cuenta que existe también una película de Street Fighter que data de la misma época —primera mitad de los noventa— y que más allá de tener actores como Jean-Claude Van Damme o Raul Julia terminó por ser un total despropósito.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces y por ello las expectativas hacia la cinta animada que se estrenará a finales de 2022 son más altas.