La inteligencia artificial (IA) tiene cada vez más funciones en la actualidad. De hecho, es utilizada por varias compañías para ayudar en una serie de tareas, algunas polémicas.
Una compañía rusa que se dedica a los servicios de pago en videojuegos acaba de despedir a 150 empleados de un total de 500. El problema es que para llevar a cabo estos recortes, la empresa se apoyó en los resultados de una IA que catalogó a los empleados de improductivos.
La forma de notificar a los trabajadores tampoco fue la más oportuna, ya que fueron informados mediante una carta que se filtró a la prensa.
“Has recibido este correo electrónico porque mi equipo de big data analizó tu actividad en Jira, Confluence, Gmail, chats, documentos y dashboards, y te etiquetó como empleado no comprometido e improductivo. En otras palabras, no siempre estabas presente en el lugar de trabajo mientras trabajabas de forma remota”.
A raíz de este documento, se desató una verdadera polémica, no solo por la forma en que se les comunicó a los empleados su despido, sino porque la decisión se apoyó en el análisis de desempeño efectuado por una inteligencia artificial.
La compañía Xsolla respondió a la polémica y mencionó que buscará a la persona que filtró la carta. Por su parte, Agapitov se justificó y afirmó que el despido masivo se debe a la reciente baja en el crecimiento de la empresa.
“Queremos que todos nuestros empleados piensen diariamente en cómo sus acciones y decisiones afectan el destino y al éxito de la empresa, porque tenemos metas muy ambiciosas en los próximos años”.