La idea original de Apple era que sus empleados volvieran a la oficina en septiembre. De hecho, se originó una suerte de polémica, ya que muchos trabajadores se sintieron presionados por parte de la empresa.
Ahora, la compañía debió tomar una nueva determinación y retrasar el regreso a las oficinas una vez más debido al aumento en el número de contagios de COVID-19.
Un artículo de Bloomberg indica que la aparición de la variante Delta podría obligar a Apple a aplazar un mes más el regreso al trabajo presencial.
En un principio, la idea de los ejecutivos era incentivar un formato híbrido, con sus trabajadores asistiendo a la oficina un mínimo de tres días a la semana. “Las videoconferencias han acortado la distancia entre nosotros, pero hay cosas que no se pueden reproducir”, escribió Tim Cook en un correo electrónico interno.
Sin embargo, esto no cayó bien al interior de la empresa, por lo que miembros del personal reaccionaron y enviaron una carta en la que se pedía que se replanteara su “política de trabajo flexible en cuanto a la ubicación” y que se aceptara el trabajo a distancia.
Como respuesta, los ejecutivos de la compañía respondieron y afirmaron que “la colaboración en persona es esencial para la cultura de la empresa y el futuro”.
De esta manera, Apple es uno de los primeros gigantes tecnológicos en anunciar su postura de retorno a la oficina. Otros como Google y Facebook han optado por un formato híbrido, en el que le dan énfasis al trabajo a distancia.
De hecho, Mark Zuckerberg dijo que espera que 50 por ciento de sus empleados trabajen desde casa en los próximos cinco o 10 años.