La administración de Joe Biden ha vuelto a impulsar en los últimos días una teoría que había iniciado su antecesor en el cargo, Donald Trump, pero que había sido catalogada como “altamente improbable” por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La semana pasada, el presidente de Estados Unidos dio un plazo de 90 días a las agencias de inteligencia para averiguar si el COVID-19 surgió por primera vez en China de una fuente animal o por accidente de un laboratorio.
Estas acusaciones no han pasado desapercibidas para el gigante asiático, que ha rechazado la teoría de que el virus pudo haber surgido de un centro de virología en Wuhan. De hecho, el gobierno local acusa a Estados Unidos de vender conspiraciones y politizar la pandemia.
El enigmático laboratorio
El laboratorio de la polémica se encuentra en Wuhan, ciudad china donde se ha detectado el origen del coronavirus. Es un centro dedicado a la biotecnología que ha causado revuelo a nivel mundial en los últimos meses.
Si bien la versión oficial del Gobierno chino afirma que el virus pudo haber pasado del animal al ser humano en un mercado que vendía especies vivas en Wuhan, la existencia de este laboratorio siempre despertó sospechas, en particular porque el recinto alberga el Centro de Cultivo de Virus, el banco de virus más importante de Asia donde se almacenan más de 1,500 variedades.
¿Cómo es?
El laboratorio se terminó de construir en 2015 y costó una inversión de 300 millones de yuanes ($42 millones de dólares).
En este recinto se encuentra el primer laboratorio de Asia de alta seguridad capaz de manejar patógenos de clase 4 (P4), que son aquellos virus peligrosos que se transmiten de persona a persona, como el ébola.
El laboratorio P4, de 3,000 m2, está dentro de un edificio cuadrado con un anexo cilíndrico, cerca de un estanque, al pie de una colina en las afueras de Wuhan. De acuerdo a un reporte de AFP de abril, en el centro no se detectó ningún tipo de actividad.
Un artículo de The Washington Post afirma que el virus pudo haber salido accidentalmente desde este complejo. También se pudo comprobar mediante documentos diplomáticos que había preocupación por parte de las autoridades por la “seguridad inadecuada de los investigadores” al momento de manejar virus similares al SARS.
Vale la pena mencionar que la teoría del origen del virus en un murciélago ha sido sugerida, entre otros expertos, por Shi Zhengli, vicedirector del laboratorio P4.
A raíz de esta serie de especulaciones, Estados Unidos, por medio de su presidente Joe Biden, ha vuelto a encargar una profunda investigación para determinar si el virus causante de la actual pandemia surgió o no de este enigmático laboratorio de Wuhan.