La franquicia de Star Wars regresa para llevarnos a una galaxia muy, muy lejana, pero ¿será que La Fuerza acompaña a su nueva película? Descúbrelo en nuestra revisión de Star Wars: The Last Jedi.
Hace dos años, Star Wars: Episode VII – The Force Awakens reavivó la saga de películas de La Guerra de las Galaxias y batió récords de taquilla, hasta convertirse en la película que generó mayores ingresos de todos los tiempos en las salas de cines en los Estados Unidos, por un margen de casi $200 millones de dólares. Por esto y más, este fin de semana, Star Wars: Episode VIII – The Last Jedi tiene muchas expectativas que cumplir cuando retome la historia desde donde The Force Awakens la dejó.
Sin embargo, los fanáticos de Star Wars pueden descansar tranquilos porque la entrega del director Rian Johnson de la saga de ciencia ficción no solo satisface las expectativas, sino que las supera triunfalmente.
Dirigida y escrita por Johnson, The Last Jedi trae de vuelta a las estrellas de The Force Awakens, Daisy Ridley, John Boyega, Adam Driver, Oscar Isaac y Domhnall Gleeson, así como a los veteranos de la franquicia Carrie Fisher (quien participó en el film antes de su fallecimiento en diciembre del 2016), Mark Hamill y Anthony Daniels.
Todos estos personajes retornan para continuar la historia de los valientes rebeldes que luchan contra las siniestras fuerzas de la Primera Orden, la brutal organización militar que surgió de las cenizas del Imperio Galáctico. La película presenta nuevos personajes interpretados por Kelly Marie Tran, Laura Dern y el puertorriqueño Benicio del Toro, y retoma la historia poco después de los eventos de The Force Awakens.
The Last Jedi te absorberá durante sus 152 minutos. Es la entrega más larga de la serie hasta ahora, pero la película hace un trabajo impresionante mezclando elementos nuevos con los familiares, de una manera que la hace sentir más compacta que su tiempo de ejecución sugiere. Mientras que The Force Awakens de vez en cuando se sentía un poco lenta o similar a la trilogía original, particularmente la primera entrega de franquicias de 1977, The Last Jedi parece más inclinada a extender sus alas narrativas y explorar el universo, mucho más que las ocho películas anteriores.
De los personajes que regresan, el misterioso Rey y Kylo Ren son los más desarrollados en The Last Jedi, con la historia de Rey sirviendo como un puente particularmente satisfactorio entre el pasado y el futuro de la saga de Star Wars, aunque la película hace un trabajo impresionante al extender el tiempo de pantalla entre su amplia gama de personajes.
Ese último aspecto de la película es importante, ya que la disposición de Johnson a reconocer y luego descartar o minimizar ciertos elementos o momentos que los fanáticos de La Guerra de las Galaxias han sido entrenados para apreciar en profundidad, no es solo un movimiento audaz, sino refrescante, debido en gran medida a la forma en que se maneja con habilidad.
Pero además de ser la entrega más larga de la franquicia, The Last Jedi también podría ser la película más divertida de la serie.
La franquicia de Star Wars no es precisamente conocida por su comedia, pero el guión de Johnson da sabor a la historia con momentos divertidos que aprovechan las habilidades y estilo particular de los actores. Por ejemplo, el humor seco de los veteranos Hamill y Fisher ofrecen algunos de los momentos más divertidos de la película, y el guión de Johnson parece no temer burlarse de lo que el público espera, solo para darle la vuelta a la idea y ofrecer algo más gratificante para sus fanáticos.
Esa decisión de no tomarse demasiado en serio es una gran parte de lo que hace que The Last Jedi se sienta como una propuesta única en la franquicia. La «magia espacial» ejercida por los héroes y villanos se maneja exactamente como en The Last Jedi, sin más explicaciones necesarias, y aunque la historia en general sigue siendo lo suficientemente pegada a la premisa de Star Wars, existen algunos momentos que podrían no ser completamente apreciados por algunas audiencias.
En esta última película en la franquicia, Carrie Fisher se despide con una actuación cautivadora y convincente como la General Leia Organa, y el papel que desempeña en los eventos que transpiran deja una marca en el Universo de Star Wars como uno de sus mejores íconos. El calibre de su actuación corresponde con el de Hamill, cuyo Luke Skywalker es más viejo y más sabio en The Last Jedi, pero todavía está obsesionado por los defectos de carácter que lo hicieron tan atractivo, y de vez en cuando molesto, en la trilogía original.
No son simplemente figuras secundarias. Fisher y Hamill, como Harrison Ford antes que ellos, tienen partes importantes para jugar en The Last Jedi y se presentan con una convicción que finalmente honra a la franquicia.
Nuestra Opinión
The Last Jedi ofrece la visión más emocionante e inspiradora del futuro de la franquicia hasta ahora, incluso más aún que la previa entrega The Force Awakens.
La película de Johnson es un gran recordatorio del potencial de la saga para presentar una emocionante historia plagada de poderosos momentos y emotivos encuentros, envueltos en la magia de la ciencia ficción y efectos especiales que transmiten una genuina sensación de diversión. Y todo, sin dejar de lado la esencia de Star Wars.
Si The Last Jedi es un signo de lo que está por venir para el universo de la Guerra de las Galaxias, el futuro ciertamente se ve brillante.