El 2010 marcó un cambio importante para el fabricante de juguetes Mattel, en particular para uno de sus productos estrella: pidió al público que escogiera la próxima profesión de Barbie. Una decisión no menor, porque constituía la carrera 125 de la popular muñeca.
A través de una votación masiva realizada en Twitter y Facebook, los seguidores de la compañía decidieron que la próxima versión de la figura debía representar una ingeniera informática.
La elección marcó un hito en la historia de la muñeca, no solo porque fue la primera vez en que se le pidió al público que eligiera la profesión, sino porque también, hasta entonces, había encarnado otros roles que solían asociarse a las mujeres, con una marcada obsesión por las princesas.
En 2010, la intención de Mattel fue “inspirar a una nueva generación de niñas a incursionar en la industria de la tecnología que necesita mujeres como futuras líderes”.
Respaldo transversal
El lanzamiento de la muñeca un 12 de febrero de 2010 no pasó inadvertido y fue aplaudido por las profesionales que ya desempeñaban alguna carrera relacionada con ingeniería.
«Todas las chicas que se imaginan su futuro a través de Barbie aprenderán que los ingenieros –como las niñas– son libres para explorar posibilidades infinitas, limitadas solo por su imaginación”, dijo Nora Lin, presidenta de la Sociedad de Mujeres Ingenieras.
«Como ingeniera informática, Barbie mostrará a las niñas que las mujeres puedan convertir sus ideas en realidades que tengan un impacto directo y positivo en la vida cotidiana de las personas en esta emocionante y gratificante carrera”, añadió.
Para el look de esta muñeca, la compañía se asesoró con la Sociedad de Mujeres Ingenieras. Así optaron por una vestimenta sobria, que fue acompañada con accesorios tecnológicos, como una computadora portátil y audífonos Bluetooth.
Desde ese momento, Mattel se ha atrevido a incursionar con otras versiones de su muñeca más icónica que han buscado desterrar estereotipos y apostar por una mirada más inclusiva y diversa.