Los «ratones poderosos», como fueron bautizados los ejemplares de roedores mutantes que permanecieron durante un mes en la Estación Espacial Internacional, mantuvieron intacta su masa muscular, confirmaron los científicos este lunes 7 de septiembre.
Un equipo de investigación dirigido por Se-Jin Lee, del Laboratorio Jackson de la Universidad de Connecticut (Estados Unidos), envió 40 ejemplares hembras de ratones negros a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) en diciembre de 2019, a bordo de un cohete de SpaceX.
Ocho de los ratones fueron modificados genéticamente para desarrollar una masa muscular dos veces superior a la media y otros ocho recibieron un tratamiento para aumentarla durante su estadía en la ISS. Los restantes 24 eran ejemplares normales.
Según los resultados publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los ratones no tratados perdieron hasta 18 por ciento de su masa muscular y ósea durante el período de ingravidez, tal como esperaban los investigadores.
En cambio, los ocho “ratones poderosos” mantuvieron su masa muscular, mientras que los que recibieron el tratamiento en el espacio regresaron con músculos dramáticamente más grandes, consigna Phys.org.
El tratamiento al que fueron sometidos los roedores implicó bloquear algunas proteínas que normalmente limitan el crecimiento de la masa muscular.
Además, algunos de los ejemplares normales recibieron el fármaco de «ratones poderosos» al regresar a la Tierra en enero de 2020 y rápidamente desarrollaron un mayor crecimiento muscular.
Los investigadores aseguran que todavía falta investigación para realizar pruebas en humanos sin provocar efectos secundarios. «Estamos a años de distancia», afirmó la investigadora Emily Germain-Lee, que además es esposa de Se-Jin Lee.
La pareja de científicos espera tener la posibilidad de enviar más “ratones poderosos” a la ISS para que cumplan una estadía más prolongada.