La reapertura de escuelas sin un sistema eficaz de prueba y rastreo puede generar una segunda ola de COVID-19 dos veces más grande que el brote inicial.
Así lo estableció un estudio aplicado para Gran Bretaña de investigadores del University College London y la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Publicado en The Lancet, el trabajo modeló el impacto de la reapertura de las escuelas a tiempo completo o parcial, medida que permitiría el regreso al trabajo de los padres.
Para el primer caso, una segunda ola de coronavirus podría prevenirse si el 75 por ciento de las personas con síntomas fueran encontrados y evaluadas, y el 68 por ciento de sus contactos fueron rastreados.
En el escenario de la normalización parcial, los expertos dijeron creer que evitar el brote implicaría hallar al 87 por ciento de los ciudadanos con síntomas y evaluar al 40 por ciento de sus contactos.
«En ausencia de una cobertura suficientemente amplia de prueba, rastreo y aislamiento, el funcionamiento de las escuelas combinado con la reapertura de la sociedad en todos los escenarios podría inducir una segunda ola de COVID-19», dijo el estudio citado por Reuters.
De acuerdo con la agencia, los resultados de los modelos sugieren que el regreso a clases en septiembre de 2020 sin una estrategia eficaz resultaría en un aumento del factor de propagación R por encima de 1 y una segunda ola resultante de infecciones que alcanzaría su punto máximo en diciembre.
Según la proyección de University College London y la London School of Hygiene and Tropical Medicine, para el fin de la temporada el factor R podría alcanzar un rango de entre 2.0 y 2.3.
Reuters añadió que Jasmina Panovska-Griffiths, la autora principal del estudio, dijo que el sistema británico apenas rastrea al 50 por ciento de los contactos de los infectados por el virus SARS-CoV-2.
“Es posible evitar una segunda ola epidémica si se pueden diagnosticar a suficientes personas con infecciones sintomáticas. Sus contactos pueden ser rastreados y efectivamente aislados”, comentó a BBC.
Según ha explicado Deutsche Welle, si el número de reproducción es mayor que 1, cada persona infectada transmite la enfermedad a, al menos, una persona más, que es la manera que los virus tienen para propagarse.
“Si el número de reproducción es menor que 1, se infectan cada vez menos personas y el número de infectados disminuye. Para contener la propagación de un virus, su número de reproducción debe ser inferior a 1. Matemáticamente hablando: R < 1”, detalló.