Un telescopio del Obsevatorio Austral Europeo (ESO), ubicado en el norte de Chile, captó imágenes nítidas de una “mariposa espacial”, una burbuja de gas conocida como NGC 2899.
En un comunicado, ESO informó que “es la primera vez que se obtiene una imagen de este objeto con tanto detalle, incluso se distinguen los débiles bordes exteriores de la nebulosa planetaria brillando sobre las estrellas de fondo”.
De acuerdo con lo investigadores del observatorio, las vastas franjas de gas de NGC 2899 se extienden hasta un máximo de dos años luz desde su centro.
El objeto, situado entre 3,000 y 6,500 años luz de distancia, en la constelación austral de Vela, tiene dos estrellas centrales que, se cree, son las responsables de su aspecto casi simétrico.
La burbuja “brilla más intensamente, frente a las estrellas de la Vía Láctea, a medida que el gas alcanza temperaturas superiores a diez mil grados”, destacan en ESO.
Las altas temperaturas se deben a la gran cantidad de radiación proveniente de la estrella madre, lo que hace que el gas de hidrógeno que hay en la nebulosa brille con un halo rojizo alrededor del gas de oxígeno, que brilla en tonos azules.
Los expertos señalan que cuando una estrella llega al final de su vida y se desprende de sus capas externas, otra estrella interfiere con el flujo de gas, dando forma al doble lóbulo que se puede observar en la foto.
Los astrónomos pudieron captar esta imagen con alto nivel de detalle, utilizando el instrumento FORS (FOcal Reducer and low dispersion Spectrograph, reductor focal y espectrógrafo de baja dispersión).
Este instrumento de alta resolución fue uno de los primeros en instalarse en ESO y está detrás de muchas de las hermosas imágenes y descubrimientos del observatorio.
FORS ha permitido observar la luz emitida por ondas gravitacionales, ha investigado el primer asteroide interestelar conocido y se ha utilizado para estudiar en profundidad la física detrás de la formación de nebulosas planetarias complejas.