«Le prohibimos a esta red violenta tener presencia en nuestra plataforma y eliminaremos el contenido que la alabe, apoye o represente».
Con esas palabras, Facebook fundamentó el bloqueo al movimiento de extrema derecha estadounidense Boogaloo.
Según agregó la red social, sus adeptos promueven activamente “la violencia contra los civiles, las fuerzas del orden y los funcionarios e instituciones gubernamentales».
“Los miembros de Boogaloo parecen tener puntos de vista ideológicos en conflicto, algunos se identifican como anarquistas y otros rechazan los títulos formales. Algunas facciones del grupo son supremacistas blancos, mientras que otros rechazan esa postura”, explicó CNN en Español.
De acuerdo con el medio, “tienen al menos dos cosas en común: una afinidad por llevar armas de fuego en público y el grito de guerra ‘boogaloo’, que comúnmente se ve como un código para otra guerra civil en Estados Unidos”.
Para el Centro de Leyes de la Pobreza del Sur, el término Boogaloo «es desplegado regularmente por nacionalistas blancos y neonazis que quieren ver a la sociedad descender al caos para que puedan llegar al poder y construir un nuevo estado fascista».
En concreto, Facebook ha calificado a un subconjunto de seguidores de Boogaloo como una organización peligrosa, al igual que a las 250 células de supremacistas blancos que califica como “de apoyo al terrorismo”, complementó Reuters.
«Los miembros de esta red buscan reclutar a otros dentro de un movimiento más amplio, compartiendo el mismo contenido en línea y adoptando la misma apariencia en la vida real», acusó la plataforma.
La medida ha implicado el bloqueo de 106 grupos y 220 cuentas, así como otros 400 grupos que publicaron mensajes de apoyo o compartieron el contenido de los primeros.
“Los fiscales han vinculado a los seguidores de Boogaloo con varios incidentes violentos durante la reciente ola de protestas en Estados Unidos luego del asesinato de George Floyd en Minneapolis”, añadió la agencia británica.
Por ejemplo, un par de individuos fueron acusados en California por el asesinato de un guardia durante una noche de protestas. En Las Vegas, tres simpatizantes son investigados por incitación a la violencia y planear ataques callejeros.