Conocer la diferencia entre las unidades de estado sólido (SSD, por sus siglas en inglés), y las unidades de disco duro (HDD, por sus siglas en inglés), es solo la punta del iceberg cuando se trata de soluciones de almacenamiento. Tomar la decisión correcta se hace difícil porque además tendrás que optar entre dos opciones más: SATA vs. PCIe.
Pero aquí estamos, dispuestos ayudarte a distinguir entre estas dos opciones de almacenamiento por tamaño, velocidad, rendimiento y costo. Tanto PCIe como SATA tienen varias ventajas, pero ¿cuál se adapta mejor a tus necesidades?
Conector y tamaño
Aunque SATA y PCIe se mencionan más comúnmente en términos del tipo de las unidades de almacenamiento que admiten, los nombres que reciben estas tecnologías en sí mismas, son en realidad la interfaz o conector que utilizan.
SATA es un pequeño conector en forma de L que se ha utilizado para conectar unidades de todo tipo a tarjetas principales durante años, incluidas unidades ópticas, así como los SSD y HDD (discos duros tradicionales mecánicos). Está unido a un conector secundario en forma de L más largo que proporciona energía al dispositivo.
Los HDD SATA se pueden encontrar en tamaños de 2.5 y 3.5 pulgadas, mientras que los SSD SATA están restringidos a 2.5 pulgadas. SATA ha pasado por múltiples generaciones de desarrollo, pero SATA III es el más común en la actualidad y es la interfaz típica para los discos duros modernos y los SSD convencionales.
PCIe se refiere a PCI Express, una interfaz multifacética en tarjetas principales modernas que proporciona todo, desde ranuras más grandes para tarjetas gráficas, hasta puertos más pequeños para tarjetas adicionales para wifi, puertos USB y más.
Puede variar en tamaño y ancho de banda desde x1 en el más pequeño y menos capaz, hasta x16 para obtener el mayor ancho de banda disponible.
Las unidades SSD PCIe pueden conectarse directamente en la ranura que lleva su nombre, precisamente, aunque esas están técnicamente integradas en el conector NVM Express (NVMe), como la unidad de la serie Intel 750 anterior. Tienden a ser alrededor de un tercio del tamaño de una tarjeta gráfica estándar.
SATA y PCIe pueden utilizar otro tipo de conector conocido como M.2, aunque las unidades PCIe de esa forma son más comunes. Esas unidades son mucho más pequeñas y generalmente tienen una o dos ranuras dedicadas en la tarjeta principal.
Las unidades M.2 suelen ser muy delgadas y solo tienen unas pocas pulgadas de largo, a menudo se apoyan contra la placa base y no requieren alimentación adicional. Sin embargo, las más veloces incluyen difusores y disipadores térmicos para mantenerlas a temperaturas de funcionamiento seguras.
Ya sea que tu unidad PCIe utilice el tipo de conector M.2 o NVMe, pueden admitir diferentes generaciones de PCIe. El más común es PCIe 3.0, pero recientemente con las tarjetas principales x570 de AMD, vimos la introducción de PCIe 4.0.
La principal diferencia entre las dos es el ancho de banda, ya que PCIe 4.0 ofrece el doble de ancho de banda (16 GBps), que permite unidades más rápidas.
Desempeño
Cada unidad tiene sus propios números de rendimiento individual, pero los formatos SATA y PCIe también tienen límites. Las unidades SATA III se limitan casi exclusivamente a una velocidad máxima sostenida de lectura o escritura de 6 Gbps, o aproximadamente 550 MBps en lectura/escritura secuencial.
Un HDD SATA nunca alcanzará tales velocidades, pero los SSD SATA III, como el Samsung 860 Evo, no tendrán problemas para alcanzar ese umbral en las pruebas sintéticas.
Pocas unidades alcanzarán tales velocidades en el mundo real, ya que ese es el máximo que la unidad puede alcanzar, y las diferencias en el tamaño y la composición de los archivos pueden afectar las velocidades de lectura y escritura en la práctica.
Estas mismas velocidades se aplican a los SSD M.2 que utilizan el protocolo SATA, así que ten cuidado al comprar un disco M.2. Si deseas una mayor velocidad, necesita una unidad PCIe M.2, no una unidad SATA M.2.
Las unidades PCIe, ya sea que usen el conector estándar M.2 o NVMe, son más rápidas, pero aún están limitadas por la velocidad de los chips de memoria en la unidad misma y la generación de PCIe para la que están diseñados.
Las unidades PCIe 3.0 tienen una velocidad máxima de lectura/escritura sostenida habitual de 3.5 GBps, mientras que para las unidades PCIe 4.0 es solo de 5 GBps.
Estas velocidades rara vez se alcanzan en el mundo real, incluso en pruebas sintéticas, con unidades PCIe 3.0 que tienden a alcanzar una lectura sostenida de alrededor de 2.5 GBps, mientras que en las mejores unidades PCIe 4.0 es alrededor de 4.0 GBps.
Hay casos extremos en los que las unidades diseñadas con centros de datos de alta velocidad en mente ofrecen más de 7 GBps de lectura y 6 GBps de escritura sostenida, pero son raros y muy caros.
Otras métricas de rendimiento que es conveniente tener en cuenta incluyen velocidades de lectura y escritura aleatorias, que son menos marcadas entre las unidades SATA y PCIE.
Si bien las unidades PCIE pueden tener una velocidad de lectura/escritura aleatoria, que es de tres a cinco veces mayor que sus contrapartes SATA, en realidad, eso tiende a traducirse solo entre una mejora de dos a tres veces, e incluso solo en transferencias más largas. En transferencias cortas, la brecha de rendimiento es mucho más delgada.
La diferencia efectiva de estos tipos de unidades, es decir, cómo se sienten cuando están en uso, depende mucho más de para qué utilizas tu computadora. Aunque, una unidad rápida PCIe NVME o M.2 cargará los juegos un par de segundos más rápido o iniciará las ventanas un poco más rápido que una SSD SATA, no es algo con lo que notarás una gran diferencia.
Si transfieres regularmente archivos grandes o extensas colecciones de archivos, sería mucho más notable, por ejemplo, los programadores que trabajan con bases de datos extensas o productores de video en alta definición.
El salto en el rendimiento del mundo real es mucho más obvio desde un HDD a un SSD (incluso SATA a SATA) que pasar de un SSD SATA a un SSD PCIE.
Costo
Con su tamaño más pequeño y un techo de mayor rendimiento, las unidades PCIe son más caras que sus contrapartes SATA. No siempre es drástico, ya que solo hay alrededor de $30 dólares entre el SSD Samsung 860 Evo SATA de 500 GB y el SSD Samsung 970 Evo PCIe M.2 de 500 GB.
Sin embargo, algunas unidades pueden ser excesivamente caras. El modelo 905P de 960 GB basada en Optane de Intel, puede costar más de cinco veces lo que la unidad PCIe promedio de 1 TB.